ELCHE. Como si del argumento de la película Armageddon se tratase, la Agencia Espacial Europea (ESA en su acrónimo inglés) está trabajando en un proyecto para estudiar un sistema de asteroides, Hera, y dentro de él, en una misión consistente, como se puede intuir, en intentar evitar una hipotética situación en la que un asteroide chocase contra la Tierra. Un proyecto en el que participará la Nasa y en el que se van a involucrar varias compañías espaciales europeas, aunque dependiendo del dinero que inviertan sus países. Uno de ellos es el español a través de compañías como la ilicitana Emxys, ubicada en el Parque Científico de la UMH y que ya ha participado en varios proyectos europeos relacionados con el espacio.
El pasado 4 de febrero, con motivo del Hera Mission Industry Date, el CEO de la compañía, José Antonio Carrasco, estuvo presentando su proyecto de participación en el centro tecnológico de Holanda. Esta misión, además de consistir en desviar un asteroide de su trayectoria o probarla, también es una misión de desarrollo tecnológico para la ESA. La Nasa enviará una nave para que choque contra el asteroide y luego una europea irá a ver si se ha desviado o no y a estudiar el cráter que deje. Dependiendo del proyecto de cada empresa, este variará de una forma u otra.
Después de haber hecho los estudios preliminares, las distintas empresas de los distintos países de la ESA, presentan tecnologías para realizar estudios después del impacto, fotografías, explorar la superficie con tecnología laser… Algunas son para orbitar alrededor de este cuerpo y otras para aterrizar, como es el caso de la empresa ubicada en el Parque Científico. Como explica Carrasco, “la nuestra es para aterrizar en el asteroide con una caída libre en modo balístico, sin llegar a orbitar”. Algo que es posible gracias a la baja gravedad, ya que la nave aterrizaría rebotando varias veces.
Será en cualquier caso una situación nueva, ya que nadie en Europa ha enviado una nave al asteroide. Con la tecnología que cada compañía presenta, la ESA se hace una idea para elegir entre un proyecto u otro. En el caso de Emxys, utilizarían dos plataformas de naves pequeñas, de dos-tres kilos de peso que se lanzarían dentro de la nave principal. Todo en condicional, ya que el proyecto se va financiando por fases cada dos años, en una reunión en la que los ministros de los países de la ESA deciden qué financiar. En noviembre de 2017 España decidió invertir poco, pero este año en octubre o noviembre tiene la oportunidad puede participar financiando más.
La fecha de esta misión que tiene como objetivo principal ver si impactando una nave contra el asteroide se puede evitar la amenaza, es 2022. La Esa llegaría con su nave a partir de 2024 y después bajo el programa Space Situational Awareness (SSA), que consiste en vigilar los satélites u otras infraestructuras en órbita, o el propio planeta frente a impactos, controlaría la situación y la trayectoria mediante observatorios cercanos. Asimismo, cabe resaltar que el asteroide elegido, Didymos, “no tiene peligro”, señala Carrasco, que añade que se ha elegido porque no pasa muy lejos de la Tierra, pero lo suficiente como para que no sea preocupante. “El impacto está previsto a 15 millones de kilómetros de la Tierra”, apunta. Se trata de un asteroide ‘doble’; el asteroide propiamente dicho tiene 800 metros de diámetro —Dydimain— y el satélite —Dydimoon—, contra el que chocará el impactador porque es más fácil de medir, es de 150 metros.
Obviamente, Emxys no fue la única compañía que aspira a participar en esta innovadora misión, pues se presentaron una veintena de empresas europeas. Entre ellas, Deimos Space, Tecnobit o el gigante GMV —accionista de PLD Space— , que es de las grandes del sector. También participan otras que desarrollarán plataformas como OHB o Airbus. Habrá que esperar pues hasta finales de año para ver si la compañía ilicitana participa en esta misión para avanzar en técnicas de defensa planetaria.