VALÈNCIA. La nadadora castellonese Lidón Muñoz señaló que, tras poder volver a entrenar la pasada semana en una piscina después del confinamiento en su apartamento de Barcelona, "afortunadamente se ha cerrado un paréntesis que se ha hecho eterno".
“Después de más de dos meses encerrada en un piso de Barcelona, al aterrizar en el CAR, tuve la misma sensación que cuando era una niña y me iba a dar el primer baño del verano. Sentí una gran emoción. Parecía que ese momento no llegaría nunca", confesó en unas declaraciones realizadas al proyecto FER, del que forma parte.
Lidón indicó que aunque todos los deportistas, sean de cualquier disciplina, han sufrido durante toda esta coyuntura, para los nadadores, "sin nuestro hábitat natural tan específico, ha sido bastante duro".
De su reencuentro con la pileta, la nadadora indicó que "me he encontrado mejor que en septiembre, cuando empezamos la temporada, aunque peor de lo que me esperaba, teniendo en cuenta todo el trabajo que habíamos hecho durante el periodo de confinamiento. Pero no me desespero. Sé que volver al máximo nivel me va a llevar un tiempo".
Respecto a las nuevas condiciones en las que tienen que entrenar, explicó que "para empezar, tenemos que desplazarnos al CAR de Sant Cugat con mascarilla y guantes. Nada más llegar, nos toman la temperatura. No utilizamos los vestuarios y nos cambiamos en el borde de la piscina".
"En todo momento, hemos de guardar las distancias. Y ya en la piscina, hay una separación de una calle entre los diversos nadadores. Cuando acabamos, nos volvemos a cambiar a pie de piscina, nos ponemos ropa seca y nos vamos a casa a ducharnos. En fin, es lo que toca en este momento. En mayor o menor medida, toda la sociedad se ve afectada”, prosiguió.
Aunque es consciente de que todas las incógnitas no van a despejarse de inmediato, Lidón sí desearía saber, cuanto antes, cuál va a ser el nuevo calendario de competición.
"Por mucho que nos mentalicemos para ser pacientes y que esta situación no se va a resolver de hoy para mañana, sí sería interesante tener una hoja de ruta definida, aunque sea a largo plazo. Es decir, saber, por ejemplo, si van a celebrarse el Campeonato de España de piscina corta de noviembre en Castellón o el Campeonato del Mundo de piscina corta de diciembre en Abu Dabi", apuntó.
"Más que nada, para conocer a qué atenernos, para tener un horizonte más claro, para darle un mayor sentido a nuestros entrenamientos y para no caer en la incertidumbre, que es lo peor”, agregó.
La segunda incógnita para la nadadora castellonense pasa por saber si se respetarán las preclasificaciones olímpicas obtenidas a finales de 2019 en Ámsterdam.
“Desde luego, sería lo lógico. Esperemos que no nos hagan empezar de nuevo desde cero. En todo caso, mejor no especular. Vamos a confiar en que en la nueva temporada pueda arrancar en septiembre con una cierta normalidad, y vamos a ir día a día, semana a semana”, concluyó.