VALÈNCIA. La Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana (CCCV) critica la "nula inversión" del Gobierno en las carreteras valencianas en lo que llevamos de año. Aunque es cierto que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus paralizó la licitación de obra pública, los contratistas se quejan de que de los 216,716 millones invertidos hasta mayo por el Ministerio de Fomento en carreteras, a la autonomía valenciana únicamente le hayan correspondido 15,43 millones, el 7,12% del total, dedicados a una única obra: la conexión de Vinaròs con la AP‐7.
"El abandono de las carreteras es total. Es significativo y muy preocupante que la Dirección General Carreteras en los últimos 4 meses no haya licitado ni un solo nuevo desdoblamiento, variante de población ni mejora en conservación ni mantenimiento", reprocha Manuel Miñés, director gerente de la Cámara de Contratistas.
Los números son claros. En el periodo enero-mayo, las inversiones del Gobierno en obras públicas en la región valenciana alcanzaron los 97,906 millones de euros, el 9,33% del total licitado en el conjunto de España que ascendió a los 1.044,216 millones. Del total licitado en la Comunitat, 88,5 millones corresponden al Ministerio de Transporte y Movilidad, dirigido por el valenciano José Luis Ábalos, que en estos cinco meses de 2020 ha invertido 807,1 millones. Unas cifras que no convencen a los contratistas que reclaman un mayor miramiento con la Comunitat, "maltratada en los últimos años".
Y es que de esos 88,5 millones, únicamente se han destinado 15,43 millones al área de carreteras, para conectar Vinaroz con la AP-7. "Para resto de obras pendientes cero euros. ¿Qué ocurre con el desdoblamiento de la A-7 entre Crevillente-Orihuela, un proyecto encarpetado y listo para licitar en las estanterías del Ministerio desde Diciembre de 2018? ¿Y con las conexiones de la N-332 y N-340 con la AP-7?", denuncian los contratistas. Unas cifras que ponen en evidencia la "sequía" de inversión que lastra la Comunitat y que suponen un 64'2% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Tampoco la inversión de Adif es favorable. Hasta mayo, solo ha licitado 540.000 euros, el 0,2% de los 269,326 millones invertidos. "Adif en la Comunitat Valenciana ni está ni se le espera. El año 2020 está siendo malísimo con el granero vacío de obras adjudicadas y en cartera. Hemos pasado de una ratio de inversión del 5’13% en 2019, ya de por sí ridícula, a un indignante 0’20 % en los primeros meses del 2020", subraya Miñés, quien recrimina al Ejecutivo Central el "total abandono del Plan de Cercanías", dotado de 1.436 Millones de euros.
Entre las obras más urgentes y pendientes desde hace años están el Corredor Mediterráneo, la tercera fase del canal de acceso, el eje Pasante subterráneo Norte‐Sur de la Red Arterial de Valencia y las estaciones intermodales Avenida Aragón y UPV, hasta Alboraya/Meliana, entre otras. "Fue el 2 de octubre 2002 cuando el Presidente del Gobierno. José Maria Aznar, con su ministro Francisco Álvarez Cascos y autoridades autonómicas y locales, pusieron “la primera traviesa” de lo que sería el Corredor Mediterráneo. Pasados 18 años no tenemos ni un solo kilómetro en ancho internacional operativo", lamenta.
En cuanto a la inversión de la Generalidad Valenciana, según las cifras de la Cámara de Contratistas, de enero a mayo de este año se han licitado 161,704 millones de euros, lo que supone un 15'6% menos que en el mismo periodo del 2019 cuando se alcanzó una inversión de 191,649 millones.
Y es que, según un informe de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructura (ACEX), España está a la cola en inversión en conservación de su red de carreteras. Mientras en el país se invierten 22.489 euros por kilometro para su mantenimiento, en Italia, siguiente país en menor inversión, destina casi el doble, 41.537 euros por kilómetro. "España tiene una enorme carencia en cuanto a conservación", señala el documento.
En cambio, en Alemania se ha pasado de destinar a conservación el 46% de la inversión total en 1992, al 56% en 2003 al 70% en 2016. "Actualmente estamos un 50% por debajo de lo recomendable. Los recursos destinados a la conservación de las autovías deberían situarse en unos 80.000 euros/km y para las carreteras convencionales la inversión debería alcanzar los 38.000 euros/km, mientras que en redes autonómicas y locales la inversión ideal se situaría en los 21.000 euros/km, dada la menor intensidad de circulación. En su conjunto, debería dedicarse 1.300 millones de euros al año", defiende el presidente de ACEX, Jorge Enrique Lucas Herranz.