VALÈNCIA. Hace unas semanas salió, como todos los años, la lista Forbes de los actores y actrices mejor pagados del mundo. Cosas del capitalismo y la frivolidad triunfante. Las estratosféricas cifras suman los sueldos que cobran las estrellas, más sus actividades empresariales si las tienen (como Dwayne Johnson) y sus ingresos por publicidad y merchandising (derivados, obviamente, de su condición de estrellas de cine), entre otras cosas. Aquí la tienen:
Dwayne Johnson: 89,4 millones | Scarlett Johansson: 56 millones
Chris Hermsworth: 76,4 millones | Sofia Vergara: 44.1 millones
Robert Downey Jr.: 66 millones | Reese Witherspoon: 35 millones
Akshay Kumar: 65 millones | Nicole Kidman: 34 millones
Jackie Chan: 58 millones | Jennifer Aniston: 28 millones
Bradley Cooper: 57 millones | Kaley Cuoco: 25 millones
Adam Sandler: 57 millones | Elisabeth Moss: 24 millones
Chris Evans: 43,5 millones | Margot Robbie: 23.5 millones
Paul Rudd: 41 millones | Charlize Theron: 23 millones
Will Smith: 35 millones | Ellen Pompeo: 22 millones
La lista no suele ser noticia, aunque debería, por las obscenas cantidades que se manejan, sino por la brecha de género que manifiesta, dadas las diferencias de sueldo entre hombres y mujeres. Pero este no es el tema de este artículo, que aquí hemos venido a hablar de series, sino otra cosa que la lista pone en evidencia y que, también, es una marca de género.
Los diez hombres que más cobran son, todos ellos, estrellas de cine, de forma que sus sueldos y gran parte de sus ingresos extra proceden de su labor cinematográfica: mucho universo Marvel, Ha nacido una estrella, la saga Fast and Furious, Aladdin, las comedias de Adam Sandler (y su inexplicable éxito), más el cine de acción de Jackie Chan y la estrella del cine indio Akshay Kumar, que eso es otra dimensión.
En el caso de las mujeres, cuatro de ellas son actrices de televisión, a saber: Sofia Vergara (Modern Family), Kaley Cuoco (The Big Bang Theory), Elizabeth Moss (El cuento de la criada) y Ellen Pompeo (Anatomía de Grey). Y otras dos, Nicole Kidman y Reese Witherspoon, aunque son estrellas de Hollywood, están en la lista de este año a causa de una serie, Big Little Lies, donde ejercen no solo de intérpretes, sino también de productoras. Solo Scarlett Johansson, Margot Robbie, Charlize Theron y Jennifer Aniston están en la lista de este año por sus trabajos exclusivamente cinematográficos. Dwayne Johnson, el primero de la lista masculina, tiene una serie de televisión (es el único de los diez), pero sus ingresos principales proceden de los blockbusters que encadena y que le han convertido en uno de los actores más taquilleros de Hollywood; nadie le identifica como una estrella de la televisión.
Así las cosas, la lista Forbes viene a corroborar algo que ya sabíamos: que en el cine comercial de Hollywood, en el universo de los blockbusters, hay muy poco sitio para las mujeres. No hay más que ver, año tras año, el ranking de las películas más taquilleras, repleto de testosterona y señores, eventualmente acompañados de alguna señora, que no paran de correr, luchar y sudar. Las series están ofreciendo los personajes femeninos que no encontramos en el cine comercial. Los números cantan.
Antes de continuar, conviene hacer hincapié en que estamos hablando de cine comercial, de blockbusters, del cine más taquillero. Los sueldos de las estrellas de Hollywood están directamente vinculados al rendimiento en taquilla, y eso es lo que la lista Forbes refleja. De ahí también la brecha salarial entre hombres y mujeres. La cuestión es que existen muchas otras películas en el mundo (no solo de Hollywood), otras formas de hacer cine, otros relatos cinematográficos que tienen espacios mucho más pequeños en las salas de cine o directamente no los tienen, dada la configuración de ese falaz “libremercado” absolutamente cautivo. Películas que, esto es así, también se ven afectadas por la expansión actual de las series, con las que tienen ahora que competir para captar público.
Volviendo al territorio más comercial, la lista revela otras cosas. Si atendemos a las obras que protagonizan unos y otras, podemos deducir que no se trata solo de que haya más personajes femeninos en las series, sino de que, además, son más complejos y diversos. Es difícil encontrar equivalentes en los personajes y películas protagonizadas por los diez hombres de la lista con los universos y caracteres que plantean Big Little Lies o El cuento de la criada. Como es imposible encontrar en la lista de las películas más taquilleras este año, o cualquier otro año, algún relato protagonizado por personajes del calado de los de ambas series o con sus planteamientos narrativos o estéticos.
No todo es Jauja, claro, y estoy haciendo un poco de trampa, que también están ahí Sofia Vergara, en su sempiterno papel de mujer florero, y Kaley Cuoco, aunque su personaje de The Big Bang Theory evoluciona bastante del cliché de rubia tonta de los inicios a la mujer autosuficiente y empoderada en que se convierte durante el desarrollo de la serie. Otro cantar es el caso de Ellen Pompeo y Anatomía de Grey, probablemente el prototipo de lo que se considera hoy en día “serie para mujeres”, por más que eso no sea cierto (¿qué es eso de serie para mujeres?) y a lo largo de sus 15 temporadas haya planteado muchísimas cuestiones de gran calado social y político en un mundo ficcional caracterizado por la diversidad en todo su esplendor. El propio personaje de Meredith Grey, con todas las grandísimas desgracias que le ha hecho pasar el departamento de guion (¡hay que ver cuánto ha sufrido esta mujer!), es un personaje femenino en constante evolución, difícil de encajar en un estereotipo.
Las series, estas de las que hablamos y muchas otras, ofrecen personajes femeninos que no es fácil encontrar en las multisalas cinematográficas. Se los ofrecen al público y también a las actrices que, en el Hollywood actual y salvo muy contadas excepciones, acaban fuera del encuadre en cuanto llegan a la treintena. Otra reveladora lista. Estas son, por orden de mayor a menor recaudación, las veinte películas más taquilleras en lo que va de 2019, según Wikipedia: Avengers: Endgame, El rey león, Capitana Marvel, Spider-Man: Lejos de casa, Toy Story 4, Aladdín, Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw, The Wandering Earth, Ne Zha, Cómo entrenar a tu dragón 3, Pokémon: Detective Pikachu, The Secret Life of Pets 2, Alita: Battle Angel, Godzilla: King of the Monsters, ¡Shazam!, Dumbo, John Wick: Chapter 3 – Parabellum, Once Upon a Time in Hollywood, Nosotros y Men in Black: International.
Salvo Capitana Marvel, Alita: Battle Angel, Men in Black: International y Nosotros (ambos con coprotagonista femenina), constatamos que las salas de cine son el imperio de la testosterona. Y luego, que por qué vemos series.
El fenómeno empezó hace más de diez años, pero cada vez son más los actores con una carrera sólida en Hollywood que actúan también en videojuegos. Las razones son de peso, es decir, económicas. Los rodajes no llevan mucho tiempo y los pueden hacer en sus propias casas. La rentabilidad dólar/hora es irresistible. Lo que pone de manifiesto que la industria del cine tal y como la conocemos, con la IA a la vuelta de la esquina, es crespuscular