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AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

Los héroes de la puerta de al lado

En este segundo periodo de Estado de Alarma, se visualiza cada vez más la profundidad de los cambios que se van a producir 

4/04/2020 - 

Como ya les comente hace dos semanas, en el primer parte de guerra contra el coronavirus, existen, para nuestra Doctrina, unos principios fundamentales para alcanzar la Victoria, les hable del primero y fundamental, para empezar a actuar, -la Voluntad de Vencer-, hoy en estas lineas les voy a hablar de otro -la Sorpresa-.

Este principio es muy conocido para cualquiera que participe, haya participado o sea testigo de un enfrentamiento, no ya violento, sino deportivo, empresarial, etcétera, y hasta en el propio refranero está, “quien da primero da dos veces”. Y además es obvio, porque la primera acepción del diccionario de la RAE que da a sorprender (y sorpresa es acción y efecto de sorprender), es “ Pillar desprevenido”, coger a alguien no preparado, y en este caso es sorprender al SARS-CoV-2, nuestro enemigo.

Pero claro, para conseguir este efecto sorpresa, en el ataque contra el virus de Wuhan, que por cierto él lo esta usando también a la hora de infectar a las personas, se requiere unos requisitos previos bastante evidentes y recogidos en nuestros tratados, Astucia, Seguridad, Tiempo y Espacio y Libertad de Maniobra.

Primero la Astucia, es una cualidad que referencia la habilidad o capacidad de ser hábil o talentoso en el engaño y en conseguir artificiosamente cualquier fin, y esto es lo que precisamente hace el virus a la hora de infectar a las células. El COVID-19 esta rodeado de una corona de glycoproteinas que sobresalen de su envoltura grasosa compuesta de lípidos y proteínas (muy frágil ante la desinfección, por jabones o geles de alcohol), y que se enganchan a una proteína receptáculo -ACE2- que existe en las paredes de las células de las vías aéreas, con lo que empieza entonces a fusionarse la membrana grasosa del virus con la membrana celular, dando lugar después (y ya dentro de la célula) a la liberación de su material genético ARN, canibalizandola y reproduciéndose. Así y de igual forma nuestros investigadores deben desarrollar antivirales y vacunas que engañen al virus y a nuestro organismo para desarrollar anticuerpos que exterminen al virus de Wuan.

En segundo lugar todo artificio o engaño se debe realizar con la máxima Seguridad, pues presupone fragilidad y sobrexposición, y dadas nuestras vulnerabilidades y debilidades puestas en evidencia por las cifras globales, terroríficas estas, toda prevención es poca, especialmente en los grupos de riesgo como nuestros mayores o enfermos con patologías previas, y que deben ser sobre protegidos, alargando su confinamiento si hiciera falta, siendo el último grupo o sector que salga del mismo, cuando el resto de sectores se vayan poniendo en marcha, y cuanto antes mejor, si no la economía se nos va a morir, y entonces será el fin para todos (tranquilos que no será así de tétrico el futuro).

Tercero, y como les explico a mis alumnos de Criminología de la UCV, siempre que se trate o analice el comportamiento humano, hay que tener en cuenta el entorno Espacio-Temporal, por no tenerlo en cuenta estamos donde estamos en los top negativos de la tabla de decesos y testados positivos del mundo. Los planes hay que hacerlos para el corto, medio y largo plazo, con sus correspondientes medidas, con acciones concretas sobre el terreno, como blindar fronteras, cambiar comportamientos sociales (quizás los transportes privados no sean tan malos como parecían antes de la pandemia), mucha prevención y optimización de los servios públicos, mediante una mejor coordinación de todas las administraciones en emergencias sanitarias, pues en este ámbito, hoy en dia, hay un gran camino de mejora; como ya ocurriera con la protección civil y los incendios, cuando hubo que crear la UME (Unidad Militar de Emergencias), una solución militar y centralizada para un sistema civil y descentralizado.

Finalmente la Libertad de Maniobra, el principal elemento de la estrategia según el gran tratadista francés el general Andres Beaufré, que la citaba como la Libertad de Acción, y que aplicando sus modelos estratégicos, estaríamos en aquel que los medios (recursos sanitarios) de los que se dispone son limitados (no hay protecciones ni para sanitarios, los más castigados del mundo, ni para las FCSE según sus representantes) y el objetivo es importante (salvar vidas) con un estrecho margen de libertad de acción (para salvar la economía), las lineas a seguir se plantearan como acciones sucesivas, combinando, según sea preciso, las directas (confinamientos, antivirales,...) y las indirectas (vacunas), con esos recursos limitados disponibles, a lo largo del tiempo; siendo de vital importancia el reparto óptimo de los medios o recursos disponibles, esta distribución se denomina en la estrategia clásica “la economía de fuerzas”.

Pero lo que nos ha dado a todos, como colectividad, una grata sorpresa (por lo menos para mi) es la gran cantidad de verdaderos héroes que hay entre nuestros conciudadanos. Y por eso me van a permitir realizar una aproximación hermenéutica muy particular al concepto de héroe, para enfrentar el Homo Heroicus frente al Homo Economicus, omitiendo en una práctica reduccionista (ruego me disculpen) los conceptos de Homo Creencial de Jesús Mosterín y Carl Hempel, e incluso el último en llegar el cultural Homo Empáticus de la dramaturga Rebekka Kricheldorf.

El constructo del Homo Economicus, es un termino que fue usado por primera vez, según cuentan, por Vilfredo Pareto, aunque el concepto, o una acepción de él proviene de los utilitaristas ingleses como John Stuart Mill, siendo este hombre, o al menos su percepción como la de un ser egoísta, como la de un ente que actúa para alcanzar su maximo bienestar posible, y por lo tanto basará sus decisiones en su propia utilidad personal. Frente a este concepto materialista propio del ultra capitalismo, pero también, por otra parte, de la visión materialista de Karl Marx, se alzo una visión más trascendental, aunque pronto desvirtuada, que fue la del Homo Heroicus; pues aunque con orígenes épicos medievales y partiendo de Friedrich Nietzsche y su obra Übermensch o el Superhombre, los nacional socialistas, afirmaban que lo heroico o no del homo, provenía de su raza, pero nada de eso debía ser así.

Para entender bien el concepto de héroe, solo hace falta leer y releer el diccionario y la etimología de esa palabra. Según recoge Platón en su obra Crátilo en el dialogo entre Hermógenes y Sócrates, este concepto viene de la raíz Eros, amor, y prosigue que los héroes son hijos de Dios, semidioses, por el amor de este hacia una humana, lo que nos lleva a recordar, la afirmación cristiana de que el ser humano, como hijo de Dios, está hecho a la imagen y semejanza de Dios, del que provenimos en un acto de amor -la creación-, por lo que la heroicidad es una potencia de todo ser humano, y que como recoge el diccionario de la RAE en su primera acepción es toda “persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble”, y estos últimos días hemos visto muchos.

Porque de siempre, y nos habíamos acostumbrado a ello (por eso algunos incluso los consideraban superfluos), hemos visto uniformados, militares, policías, guardia civiles, bomberos, brigadistas y protección civil, dar su vida por la colectividad en guerras, atracos, atentados terroristas, operaciones de rescate o incendios.... Pero en esta crisis de la Pandemia, hemos visto a uniformados de batas blancas o verdes dar su salud, o incluso algo peor, arriesgar la salud de sus familias, entregándolas en beneficio de la causa noble de salvar las vidas de sus compatriotas, intentando minimizar al máximo el desastre en el que estamos metidos. 

También lo son, todos esos héroes aún más anónimos, que cumplen con su trabajo y su deber con la colectividad, desde los que están repartiendo paquetes o comidas desde su sencilla pero indomable bicicleta, hasta el que está en los mandos de una central nuclear para que podamos seguir teniendo electricidad (cuanto siento, querido lector, dejarme a la mayoría de trabajadores, empresarios, autónomos, funcionarios, como tu), así como aquellos que cumplen sacrificadamente el confinamiento en sus casas, y aplauden a las ocho de la tarde, para unirnos todos los españoles en un único aplauso de conversión y esperanza nacional, cual ejercicio cuaresmal, como un grito de resistencia que surca nuestros cielos, que me recuerda a esa imagen en la que el niño pregunta al padre, ¿Papá, qué es rendirse?, no lo sé hijo, somos españoles-

Y por supuesto son más que héroes, son mártires,  todos nuestros caídos, principalmente abuelos, que se han sacrificado, tácita o incluso expresamente en algunos casos, pues rompe el corazón oír los testimonios de los que han rechazado respiradores para que lo más jóvenes los pudieran usar, y en miles han muerto ya, a causa de esta maldita peste de Wuan. Ya saben los héroes no son personas extraordinarias que realizan actos imposibles, son personas ordinarias, como usted y como yo, que realizan de forma extraordinaria sus obligaciones en beneficio de todos, y más que nunca, la patria espera que el héroe que cada uno de nosotros lleva en su interior cumpla con su deber.

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