VALÈNCIA. Meliá Hotels International (MEL) ha encadenado una racha bursátil de cinco sesiones al alza, que la han llevado a tocar máximos de hace un año tras cerrar este jueves en los 7,12 euros. Pero no solo eso sino que el tirón alcista de la cotizada balear está viniendo acompañada de un notable aumento del volumen de contratación, cuya media diaria se ha situado ya por encima de los 1,1 millones de acciones, según datos de Infobolsa.
Y todavía hay más sobre una MEL que el año pasado sufrió de lo lindo tras el estallido de la crisis pandémica, dado que solo PharmaMar (+59,15%), Repsol (+28,73%) y Bankinter (+26,18%) lo están haciendo mejor este año en bolsa que la firma dirigida por Gabriel Escarrer Jaume, que con una revalorización -al cierre de la sesión de este jueves- del 24,48% está a punto de recuperar el 27,23% que se dejó en el parqué el año pasado.
De este modo MEL ha visto como su capitalización se ha elevado hasta los 1.569 millones de euros, pero eso sí siendo la segunda compañía con menos valor de todo el Ibex 35 solo por delante de Indra (1.339 millones). Todo ello mientras sigue teniendo en su capital a un viejo conocido de las posiciones cortas en la renta variable española como es Marshall Wace, que controla el 0,92%, según lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la CNMV.
'Meliá acentúa su tendencia alcista'. Así titulaba este diario este pasado martes el análisis sobre la hotelera realizado por Miguel Momobela de XTB. "A nivel técnico, la tendencia alcista se ha acentuado gradualmente desde el último trimestre de 2020. Más en concreto, en el período comprendido entre el 3 de diciembre y el 25 de enero de 2021, donde tras mantenerse el precio en un canal lateral con fronteras inferior y superior ubicadas en 5.440 y 6.100 euros respectivamente, tras varias tentativas de ruptura bajista, el precio ha escapado en dirección a los 6.540 actuales. Ello podría sentar las bases de un crecimiento mayor, teniendo en cuenta que dichos niveles de precio no se exploran desde marzo de 2020", apuntaba Momobela... y MEL ya ha superado los 7 euros por título.
Como bien advertía el experto de XTB en su análisis, "el sector turístico ha sido el más castigado desde marzo de 2020, y varias compañías han sido testigos de ello (desde cadenas hoteleras hasta aerolíneas)". Y así se explica que SOL registrara pérdidas netas atribuidas de 595,9 millones de euros en 2020, frente a los beneficios de 112 millones de euros obtenidos un año antes, lastrada por el fuerte impacto de la crisis de la Covid-19. Así informó al mercado -por el pertinente hecho relevante enviado a la CNMV- tras el cierre de la penúltima jornada bursátil de la semana.
La hotelera redujo sus ingresos operativos en un 70,7%, hasta los 528,4 millones de euros, mientras que los gastos se recortaron un 47,8%, hasta los 679,3 millones de euros. Y, lógicamente, destacó que los resultados confirman "la gravedad" del impacto de la pandemia sobre las empresas turísticas, "haciendo imposible su comparativa con ejercicios precedentes". No obstante, considera que la anticipación del grupo y su "eficaz gestión de contingencia" han permitido "mitigar los peores impactos de la crisis".
Como fortaleza a nivel empresarial, la hotelera busca afianzarse en el segmento vacacional, que representa el 60% de sus hoteles y genera el 70% del beneficio operativo del grupo, y que tendrá, según las previsiones, una recuperación más temprana que el urbano. La digitalización y el compromiso con la sostenibilidad son otros de los pilares en los que la compañía basa su fortaleza ante el futuro, así como en la gestión de su liquidez, ya que señala que asegurar el efectivo suficiente para afrontar con "tranquilidad" los próximos meses sigue siendo una prioridad, aunque esto ha supuesto un incremento de su deuda de 662,7 millones de euros, hasta los 1.255 millones de euros a cierre de 2020.
El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer Jaume, señaló que, tras alcanzar en 2019 unos resultados positivos, la pandemia "dejó la actividad turística en un estado de práctica hibernación". Asimismo destacó que la reacción de la compañía ante el desplome de la demanda "fue la mejor de las posibles", aplicando un plan de contingencia y revisando la estrategia para anticiparse a las tendencias.
Para los próximos meses, aunque esperan que el mercado se reactive a partir del segundo trimestre, esto estará condicionado a la evolución de la vacunación y a la coordinación de los sistemas de control y configuración de "corredores seguros" u otras alternativas similares para incentivar el turismo entre mercados emisores y destinos. Asimismo, también estará condicionado a los factores económicos y las capacidades adquisitivas de la población. Por ello, Escarrer señala que no alcanzarán los niveles de facturación previos a la pandemia hasta 2023 o 2024. No obstante, y "desde la prudencia", la firma ve con optimismo el repunte de reservas a partir de mayo y junio, inducido por las mejoras en el control de la pandemia y la apertura de fronteras en el Reino Unido.