VALÈNCIA. La preocupación existente en el Gobierno valenciano a raíz de los últimos brotes detectados llegó este viernes a su punto álgido tras las inquietantes noticias transmitidas desde la Conselleria de Sanidad. El Ejecutivo de Ximo Puig, que viene durante toda la semana estudiando el uso obligatorio -o al menos una ampliación del mismo- de la mascarilla tal y como se viene aplicando en la mayoría de las comunidades autónomas, se plantea medidas también dedicadas a contrarrestar los contagios que se están produciendo en relación al ocio, especialmente en lo referente a pubs y discotecas, aunque sin descartar la reformulación sobre las reuniones entre amigos y familiares.
Unas medidas que, tanto desde el contenido como en la forma, el Gobierno valenciano pretende adoptar tratando de causar el menor daño posible a la ya comenzada campaña turística, pero que para muchos en el Consell se antojan necesarias a la vista de lo que está ocurriendo en los últimos días. En este sentido, más allá de la propia utilidad de la imposición de la mascarilla o del replanteamiento de las medidas relacionadas con el ocio, en el Ejecutivo de Puig viene ganando fuerza la necesidad de recordar con firmeza a la población que el coronavirus no solo no se ha marchado, sino que sigue muy presente pese a la entrada en la estación veraniega.
De hecho este mismo viernes, la Conselleria de Sanidad informaba de seis nuevos brotes en la Comunitat que, unidos a los ya detectados en los últimos días, sumaban un total de 61 positivos respecto al día anterior.
Es más, algunos de los casos declarados esta semana como el de Gandia, cuya expansión se gestó, según fuentes de la conselleria, en un local de ocio, se elevaba este viernes a 49 positivos. Asimismo, Borriana suma diez casos en una semana, aunque el brote detectado solo habla de una familia de cuatro miembros. Esta, la del ocio nocturno, es una circunstancia que preocupa especialmente a Sanidad debido a los problemas para seguir la trazabilidad del virus: es decir, poder determinar los contactos que han mantenido los contagiados en las últimas horas. Un trabajo titánico que se torna imposible si alguno de los afectados no puede concretar con qué personas coincidió en un local de ocio: algo, por otro lado, que resulta habitual.
En esta línea, también las fuentes consultadas por este diario mencionaban el caso de Santa Pola, definido por Sanidad como un "brote laboral en un local de ocio" y que de momento acumula cinco positivos, si bien fuentes de la conselleria también admitieron las dificultades para lograr la trazabilidad del grupo de contagiados.
Dos situaciones que han hecho saltar las alarmas en el Palau de la Generalitat, donde ya venían ultimando subir un peldaño en lo que se refiere al uso de la mascarilla después del repunte de casos de los últimos días. Así, fuentes próximas al presidente Puig admitieron a este diario que no se descarta incorporar en las próximas horas medidas de contención en relación al ocio e incluso a los encuentros de amigos y familiares además de la probable implantación más férrea de la mascarilla.
Por otro lado, en cuanto a los nuevos brotes, el departamento que dirige Ana Barceló comunicó este viernes que uno de los mismos se ha declarado en una ONG de Burjassot con 10 casos positivos registrados. Además, también se han detectado dos brotes en València con siete casos positivos importados relacionados con temporeros de Lleida así com un brote familiar en Manises con 7 positivos, uno de ellos hospitalizado. También en Elche se ha declarado un brote que implica a tres familias y que tiene 3 positivos. Finalmente, en Peñíscola se ha declarado un nuevo brote con 11 casos, del que la Conselleria no ha informado del modo de contagio.