EN PRIMERA PERSONA / OPINIÓN

Navidad responsable

15/12/2020 - 

Esta no va a ser una Navidad como las demás. No es ésta una afirmación que pretenda descubrir novedad alguna, sino recordar el enorme reto que tenemos por delante las próximas semanas. Y que no es otro que ejercer nuestra responsabilidad individual para seguir poniendo freno al coronavirus.

Es cierto que llevamos demasiados meses de renuncias y de esfuerzos, demasiados meses de afectos aplazados y celebraciones postergadas; demasiados meses sin vernos sonreir por la calle. Pero no podemos fallar ahora. Estas navidades no podemos permitir que la alegría del reencuentro se convierta en una tercera ola en enero. No nos podemos permitir dar un paso atrás justo ahora, cuando tras tantos sacrificios, empezamos a vislumbrar “el principio del fin”. 

Defendía durante el pasado fin de semana el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, que es necesario mantener “la guardia alta” pese al horizonte de esperanza que se abre con las vacunas. Mantener ‘la guardia alta’ es la única manera que tenemos de mantener baja la curva de contagios. Acumulamos meses de experiencia y sabemos también que hasta que llegue la vacuna cada uno de nosotros es la única vacuna que existe y que cumplamos las normas es la mejor prevención. 

Tendremos tiempo de volver a disfrutar de grandes celebraciones, de grandes reuniones en familia o con amigos. Es importante para todas y todos que las limitaciones de esta Navidad no mermen la alegría de reunirnos, pero es también fundamental que no perdamos de vista que el mejor regalo que nos podemos hacer es un futuro en el que no falte nadie en nuestra mesa en la próxima celebración. 

Nos queda menos para volver a disfrutar de grandes encuentros, solo necesitamos un pequeño esfuerzo estas semanas de encuentros familiares y seguir adelante con esa responsabilidad que nos ha definido como sociedad en los últimos meses. Es necesario no dejar de lado este esfuerzo colectivo y personal de reducir contactos sociales, movilidad y seguir las normas que tan arraigadas tenemos ya: uso de mascarilla, distancia social… Es importante no relajarse en estas fechas porque el virus sigue entre nosotros: más de 1.130 personas siguen hospitalizadas en la Comunitat y el pasado viernes la Conselleria de Sanitat informó de 31 fallecimientos y 1.460 nuevos casos. 

Esta será la Navidad de la responsabilidad: la responsabilidad individual de ayudar a frenar al virus. Y podemos convertirla también en una Navidad responsable con la economía valenciana. En esto último cada uno de nosotros tenemos también mucho que aportar con el consumo de productos valencianos y con una apuesta por realizar nuestras compras navideñas en el comercio de proximidad: el motor económico de muchos municipios valencianos. Un sector que genera más de 210.000 empleos directos, que lucha cada día por ‘levantar la persiana’ y que se ha visto gravemente afectado por las restricciones consecuencia de la pandemia. 

Las Alcaldesas y Alcaldes conocemos la importancia del comercio de proximidad para la economía local, para la vertebración territorial y para la cohesión social. Por eso en una inmensa mayoría de ayuntamientos de la Comunitat hemos articulado medidas de ayuda al comercio. Y por eso pedimos también a nuestras vecinas y vecinos que esta Navidad, especialmente dura para el pequeño comercio, compren sus regalos en los comercios locales. 

Hagamos entre todas y todos que esta sea una Navidad valenciana: con productos de nuestra tierra en la mesa, con la compra de productos fabricados en la Comunitat y con regalos llegados del comercio local que da vida a nuestras ciudades. Una celebración donde las valencianas y valencianos sigamos siendo ejemplo de responsabilidad individual y colectiva para poder celebrar juntos la próxima Navidad. 

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