VALÈNCIA. El enfrentamiento en Podem se alarga con el paso de los días a la espera del acontecimiento principal que lo ha desencadenado: el relevo de Naiara Davó como portavoz en Les Corts Valencianes para que Pilar Lima pase a ocupar este puesto. El primer filtro que permite a la líder del partido en la Comunitat avanzar en unas intenciones que no comparte en absoluto la afectada y su sector se superó el pasado sábado. El Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) –como se llama a la Ejecutiva– ratificó por mayoría –y sin la participación de 13 miembros– la propuesta de cambio de síndica con la ausencia de debate sobre alternativa alguna.
Pero a la votación, que salió adelante sin sorpresas, le sigue ahora la parte más conflictiva, que es el pronunciamiento del grupo parlamentario. Para que el relevo sea efectivo, según fuentes de la Cámara, éste ha de dirigir un escrito a la Mesa de Les Corts firmado por una mayoría absoluta de sus ocho miembros. Esto es, cinco.
Lima cuenta ya con el respaldo de Esquerra Unida y sus diputadas Rosa Pérez (consellera) y Estefanía Blanes, el cual hicieron púbico en una reunión oficial este lunes. A ellas se les sumará probablemente Cristina Cabedo, que durante esta legislatura ha optado por un papel más alejado de la refriega política desde su confortable cargo como miembro de la Mesa.
En el lado de Davó se encuentran, en principio, Beatriu Gascó, Ferran Martínez e Irene Gómez –sobre todo la primera–, pero su posición última, todavía desconocida, apunta más al acatamiento que a la desbandada según varias fuentes. Lo segundo supondría un escenario inédito en Podem hasta el momento por las consecuencias, ya que podría conllevar la salida del grupo de los díscolos con la dirección. Motivo por el que algunas voces admiten sus dudas sobre esta acción. Primero, porque no creen que puedan acabar como los llamados Agermanats –los parlamentarios escindidos de Ciudadanos la pasada legislatura– y, segundo, porque no existe un proyecto alternativo con opciones de obtener representación al que acudir en la Comunitat Valenciana al estilo de lo que sucedió a nivel nacional con Íñigo Errejón y Más País. En resumen, que poco futuro político existiría para ellos pese al descontento. De hecho, si alguien mira de reojo todas estas jugadas es el Bloc, como informó Plaza.
Aunque la contienda puede acabar en nada –y ello significaría, aun así, mantener las tensiones en el grupo en la práctica lo que queda de legislatura–, la estrategia sí que parece que pasa por ganar tiempo. Los miembros del CCV que no participaron en la votación del sábado han presentado un recurso a la comisión nacional de garantías de Podemos. Entre los argumentos, exponen "deficiencias" en la votación por no comunicarse con antelación y no incluirse expresamente en el orden del día o que no se realizó ninguna consulta previa a los integrantes del grupo parlamentario.
Las opciones que tiene de prosperar son, en principio, escasas al tratarse de un órgano afín a la dirección nacional de Pablo Iglesias, pero tal vez sí les permitiría retrasar unos días el relevo efectivo.
Lima, por contra, no quiere esperar. Mientras Davó declaró este martes que aguardará a la resolución de esa impugnación, la primera, junto a Estefanía Blanes, en su condición de portavoces adjuntas, han convocado la reunión del grupo para este jueves. El único punto del orden del día es el pronunciamiento sobre el relevo y su traslado a la Mesa de Les Corts. Ahora habrá que comprobar si la cita se celebra y, en el caso de que así sea, si acudirán todos los diputados.