La covid sigue avanzando en Castellón y la quinta ola deja 378 casos nuevos
La covid sigue avanzando en Castellón y la quinta ola deja 378 casos nuevos
VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad se enfrenta a nuevas y especiales dificultades para frenar la expansión de la pandemia, que en la Comunitat Valenciana atraviesa su cuarta ola -en España se considera la quinta-. Uno de los problemas para el departamento que lidera la socialista Ana Barceló se centra ahora en la dificultad para encontrar la trazabilidad en determinados brotes, especialmente los relacionados en encuentros sociales entre los jóvenes.
Cabe recordar que, actualmente, la incidencia acumulada a 14 días en la franja de edad entre 15 y 29 años se eleva, según la última resolución de Sanidad a 1.381 casos por cada 100.000 habitantes, el doble que hace dos semanas y una cifra muy por encima de la media general de la Comunitat Valenciana, que este jueves marcaba 540 casos.
Es por ello que el foco se sitúa especialmente en los contactos sociales (los brotes en este ámbito representan el 81%, con la alerta puesta en fiestas de cumpleaños, reuniones familiares y comidas de amigos). Uno de los últimos brotes más destacados notificados esta semana se produjo días atrás en una fiesta de graduación de estudiantes en un restaurante de València, donde se detectaron 38 casos.
La covid sigue avanzando en Castellón y la quinta ola deja 378 casos nuevos
No obstante, a veces el rastreo no es ni mucho menos sencillo. Fuentes de la Conselleria de Sanidad admiten que cuando se intentan rastrear los contagios relacionados con encuentros sociales de jóvenes (reuniones, fiestas, botellones...) los rastreadores chocan con dificultades. "A menudo no quieren decir con quiénes estaban", explicaron desde el citado departamento, que además relatan las vaguedades a las que se enfrentan en busca de la trazabilidad. "Te dicen que no saben quiénes participaron o sólo recuerdan nombres de pila y aseguran no tener el contacto", explican.
Más allá de que en algunas ocasiones el desconocimiento pueda ser real, fuentes de la conselleria consultadas por este diario especulan con las posibles razones que llevan a lo que, a veces consideran, un 'pacto de silencio'. "Es probable que sepan que la reunión donde se contagiaron estuvo al margen de las restricciones y por ello prefieren no decirlo, aunque ello no implicaría una multa si no ha sido denunciado por las autoridades en ese instante. Lo importante en el momento del rastreo pasa a ser controlar el virus", comentan fuentes de la conselleria, que también opinan que otros prefieren no implicar a sus amigos a petición de ellos mismos por motivos familiares o, simplemente, porque al no tener síntomas creen que no pueden estar contagiados y quieren evitar ser confinados.
Una realidad a la que el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se refirió en la rueda de prensa celebrada tras la reunión de la Mesa Interdepartamental contra la covid celebrada este jueves.
El jefe del Consell, aunque no citó a los jóvenes, sí hizo hincapié en su deseo de enviar un mensaje de "cooperación" para los rastreos. "Cooperación para cumplir las cuarentenas, cooperación para informar de los contactos. En la Comunitat Valenciana nunca se ha dejado de rastrear pero cada vez es más difícil cuando no hay cooperación, que es fundamental para encapsular los brotes", recalcó Puig, poniendo el acento así en las citadas dificultades de trazabilidad, además de recordar que en las últimas semanas, uno de cada cinco personas que pasaba por la UCI debido a la covid tenía menos de 35 años.
Según datos de la conselleria a principios de julio, el Gobierno valenciano cuenta con algo más de 1.600 rastreadores, a los que poco después se sumaron 50 más, en este caso militares enviados desde el Ejecutivo central a petición de la Comunitat Valenciana.
Sobre la transmisión del virus y la necesidad de mejorar los datos de trazabilidad, una cifra resume bien la situación de expansión de la covid en la Comunitat Valenciana. Este jueves, la tasa de positividad autonómica se situaba en un 17,4%, la cuarta más alta de España: lo que significa que de cada 100 personas a las que se le hace un test, más de 17 están contagiadas. La Organziación Mundial de la Salud considera el 4% de este indicador para considerar que una pandemia no está "fuera de control".