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Prohibido hacer 'novillos' en Les Corts en cuatro años

1/05/2019 - 

VALÈNCIA. Las elecciones del pasado domingo 28 de abril dieron una victoria al bloque de izquierdas que permitirá la reedición de un Gobierno del Botánico. La vía de un posible pacto PSPV-Ciudadanos (con la que ya amagó el socialista Ximo Puig tras los comicios de 2015 cuando Mónica Oltra reclamó ser la presidenta del Consell), es impracticable porque los números no dan una mayoría absoluta cómoda con la que gobernar como la que suman ahora PSPV (27), Compromís (17) y Podem (8). 

Ahora bien, a pesar del triunfo del bloque progresista, las cifras son ajustadas: 52 diputados frente a los 47 que suman Ciudadanos, PPCV y Vox. Una distancia menos holgada que en la legislatura pasada -cuando el tripartito agrupaba 55 escaños- que van a marcar de alguna manera el desarrollo de la actividad parlamentaria. Especialmente, en lo que respecta a la asistencia de sus señorías a los plenos que tengan lugar de manera bimensual en Les Corts a lo largo de los próximos cuatro años si el Botànic no quiere ver peligrar sus iniciativas. 

No en vano, conviene recordar una escena especialmente reveladora que tuvo lugar en la legislatura pasada: en el último pleno de 2018 antes de las vacaciones estivales, conocido como "pleno escoba", estaba prevista la aprobación de la reforma de la Ley del Consell del Audiovisual impulsada por uno de los partidos del Botànic -Podemos- y con la que PSPV y Compromís estaban de acuerdo. Un escenario a priori favorable para que la modificación saliera adelante sin problemas -55 votos frente a 44-. 

Sin embargo, la ausencia de varios diputados, precisamente del tripartito, durante la votación de ese punto hizo que la reforma no lograra salir adelante y la iniciativa quedara pendiente para esta legislatura que comienza. 

Los escaños vacíos en aquel momento fueron del president de la Generalitat, Ximo Puig; la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra; la consellera de Infraestructuras y Vivienda, María José Salvador; los diputados de Podem César Jiménez y David Torres; la exparlamentaria morada Covadonga Peremarch; y el diputado de Compromís Víctor García, que estaba de baja por un esguince; al no ser este retiro de larga duración no se le concedió la posibilidad de votar de forma telemática. Otros, aún presentes en la sesión plenaria, se hallaban fuera del hemiciclo. De nada sirvió que la consellera de Sanidad, Ana Barceló, tratara de llegar a toda prisa para salvar el contratiempo. 

Con esta antesala, al Botànic II le conviene no perder de vista que en cada pleno de Les Corts tan solo podrán permitirse cuatro ausencias para que sus propuestas, leyes o manifiestos no peligren. Ausencias que incluirán también a los que sean diputados a la vez que consellers, si bien fuentes socialistas señalan que una de las estrategias que tal vez se podrían aplicar a la hora de diseñar el gobierno sea la de que los consellers no puedan ser diputados a excepción de Mónica Oltra y Ximo Puig.  

Esto es, en la legislatura pasada, un total de cuatro consellers eran a la vez diputados, y a pesar de que todos firmaron un compromiso al inicio de la legislatura de priorizar las sesiones parlamentarias a su agenda de consellers, las ausencias en algunos plenos por viajes institucionales al extranjero o por reuniones también institucionales fueron numerosas; en ocasiones llegaron a faltar hasta la mitad. Tanto, que no solo el PPCV y Ciudadanos se quejaron por ello, también Podemos. 

Entre los que se presupone que tendrán un cargo en el Ejecutivo valenciano y a la vez compaginaran esta tarea con la de parlamentarios, se encuentran Mónica Oltra, Ximo Puig y Rubén Martínez Dalmau. Por lo que la suma de estos tres ya deja a los partidos integrantes del futuro Botànic II con una única posible ausencia si se diera la circunstancia de que los tres líderes se ausentaran simultáneamente alguna votación determinante. El alambre por el que se caminará es fino y conviene no hacer equilibrios imposibles. 

Menos músculo para reformas de mayorías reforzadas

Más allá de las ausencias que se produjeron en el pasado, existe un matiz importante que diferencia aún más el mandato anterior del que viene. Además de los 55 escaños de los partidos firmantes del Botánico -PSPV (23), Compromís (19) y Podem (13)-, el Consell contó en numerosas ocasiones con el apoyo de los diputados no adscritos ex de Ciudadanos, lo que les supuso que en varias ocasiones sus propuestas reunieran un total de 59 apoyos.

La cifra, aún así, quedaba lejos de alcanzar los 66 escaños que eran necesarios para aprobar las reformas que requerían de una mayoría reforzada -dos tercios de la cámara- como la Ley Electoral Valenciana para bajar el listón electoral del 5% al 3%. Ahora, con siete votos menos, este horizonte es mucho más lejano. 

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