VALÈNCIA. Dicen que 2021 es un año de cambio y, ciertamente, en el ámbito cultural valenciano así es. No son pocos los festivales o centros culturales que cambiarán de cara en este curso, cambios que se suman a unas importantes transiciones ejecutadas en 2020. Así, el Museu de Belles Arts de València recibió el pasado año a su nuevo director tras la sorpresiva salida de Carlos Reyero, cuyo puesto ocupa ahora Pablo González Tornel. También el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) recibió en septiembre a su nueva directora, Nuria Enguita, hasta entonces ‘capitana’ del centro de arte Bombas Gens. Más nuevas caras en el circuito de la cultura valenciana, pues el Teatre el Musical (TEM), dependiente del Ayuntamiento de València, también estrenó director artístico, con Juanma Artigot ocupando la plaza de Olga Álvarez, cuyo contrato finalizó un año antes.
Uno de los grandes terremotos por lo que respecta al cambio de caras en el ámbito cultural valenciano tiene que ver con los principales festivales de la Generalitat Valenciana. Así, en 2020 se convocó al mismo tiempo la plaza de hasta tres de ellos: Sagunt a Escena, Dansa València y Cinema Jove. De ellos, al menos dos, cambiarán forzosamente de cara, pues sus antiguos directores no forman parte del listado de candidatos para este nueva etapa. Son Juan Vicente Martínez Luciano en el caso de Sagunt a Escena o Mar Jiménez en Dansa València. La continuidad sí podría darse en Cinema Jove, pues la dirección se decidirá entre Pau Gómez y Carlos Madrid, este último al frente de la programación en los últimos años a través de distintas fórmulas contractuales. En el ‘pack’, además de los tres festivales, también se encontraba Espai La Granja, sobre el que todavía sobrevolaba la duda de una posible renovación, al no formar parte del comité de selección Mónica Pérez Blanquer, sin embargo la dirección se disputará finalmente entre la profesora de danza María José Soler y el gestor cultural Guillermo Arazo.
El IVAM, por su parte, está a punto de completar su transición. Aunque todavía no ha llegado al 100%. Fue el pasado mes de septiembre cuando Nuria Enguita accedió al puesto de dirección del centro, lo que marcaba una nueva etapa en un museo que hace bien poco cumplía 30 años. Lo hacía, por supuesto, con el objetivo de implantar su proyecto artístico, en el que también se incluye el impulso de la futura subsede del museo en el Parc Central, aunque también tenía algunas cuentas pendientes. Entre ellas, elegir a un nuevo Consejo Asesor tras la dimisión del anterior, un equipo que completó en diciembre con la elección de María Berrios, Maribel Domènech, Amparo Carbonell, Stephanie Hessler y Antonio Collados. La elección, que pasó hace unos días por el Consejo Rector, dejaba todavía pendiente una incógnita, la de la nueva ‘mano derecha’ de Enguita. Así, con la salida de Sergio Rubira, hasta este año subdirector de Colección y Exposiciones, quedaba vacante un espacio que será ocupado, en este caso, por un director adjunto, una plaza de nueva creación.
Uno de los primeros cambios ya ejecutados ha sido en La Nau. Fue el pasado 24 de diciembre cuando el hasta ahora vicerrector de Cultura y Deporte de la Universitat de València, Antonio Ariño, sorprendía con su dimisión, tal y como comunicó ese mismo día a los trabajadores del centro. En pocos días, la Universitat de València ha encontrado sustituto. En este caso es Ester Alba, Directora del Servicio de Cultura Universitaria de la Universitat y codirectora del Arxiu Valencià del Disseny, quien se pone al frente de esta nueva etapa en La Nau.
Año de cambios (o no) en el Institut Valencià de Cultura (IVC) y el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana. La renovación de su dirección y gerencia en 2016 cambió por completo la cara y filosofía de ambas entidades, con Abel Guarinos y José Luis Pérez Pont al frente. Con un contrato de cinco años, con posibilidad de renovación, como máximo, por otro período de la misma duración, será este curso -pues accedieron en 2016 al cargo- que se decida el futuro de ambos.
Otro de los espacios culturales que, en este caso, cubrirá este año su dirección es el Teatro Escalante. El proyecto escénico de la Diputación de València tiene pendiente ocupar la plaza de coordinador artístico, figura que se ocupará de dar forma a la próxima temporada, tarea que llevó a cabo anteriormente Gabi Ochoa de forma temporal tras el vencimiento del contrato de Josep Policarpo en 2019. Fue en agosto cuando de impulsó el proceso de selección, un fórmula que ha sido la clave en el retraso de la convocatoria, pues, tal y como admitió la propia diputada, Glòria Tello, su intención era que el proceso fuera abierto a profesionales de fuera de la administración pública, como pasa en otros concurso como el recientemente finalizado en el Teatre el Musical. Finalmente, sin embargo, y “según diversas recomendaciones jurídicas”, el proceso está limitado a funcionarios.
Una de las plazas históricas por cubrir es la de director musical de Les Arts, aunque, si bien es cierto, no parece ser una urgencia para el director artístico del coliseo, Jesús Iglesias Noriega. “Primero tenemos que definir el proyecto de futuro, cuales son las posibilidades, qué orquesta queremos. Eso condicionará el perfil del director musical. Luego los nombres, no al revés”. Estas palabras las firmaba en enero de 2019, durante una entrevista con Culturplaza. Ese mismo año, en junio, se despedía del centro su último director musical, Roberto Abbado, tras la finalización de un contrato que no daba pie a la llegada directa de un sustituto. Pasa el tiempo pero el discurso se mantiene a este respecto. “La selección requiere de un tiempo y de un análisis de la situación de al Orquesta”, recalcaba Iglesias Noriega hace apenas unas semanas, durante la presentación de 'La Cenerentola’, rueda de prensa en la que confesaba que el vacío en la dirección musical de Les Arts es una cuestión que no le preocupa "excesivamente" mientras pueda contar con maestros de calidad.