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se flexibilizaría las condiciones de horarios y decibelios

Turismo y Medio Ambiente proponen modificar la Ley de Rudio 'ad hoc' para los macrofestivales

La medida solo beneficiaría a los eventos que estuvieran bajo el paraguas del sello de calidad turístico Mediterranew Musix y no exime a las promotoras a tomar todas las medidas posibles para reducir su impacto de ruido

6/11/2019 - 

VALÈNCIA. Los festivales de música podrían alargar su noche y sonar más fuerte de lo que la ley establece actualmente. Es la propuesta que -previsiblemente- hoy presentarán conjuntamente la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) y Medio Ambiente a los grupos políticos de Les Corts. La iniciativa parte de la marca turística de los macrofestivales, Mediterranew Musix, que ha consensuado la modificación de la Ley del Ruido, competencia de Medio Ambiente, aprobada en 2002. 

Entrando en materia, esta modificación en realidad trata hacer un añadido en las ya contempladas excepciones de la Ley de Ruido: “La autoridad competente por razón de la materia a que pertenezca la fuente generadora del ruido o vibraciones podrá eximir, con carácter temporal, del cumplimiento de los niveles de perturbación máximos fijados en la presente ley en determinados actos de carácter oficial, cultural, festivo, religioso y otros análogos”. En este último “análogos”, se incluirían los festivales de música que operan con el sello de calidad creado por la AVT en julio de 2016. Esto les permitiría poder mantener su actividad hasta entrada la madrugada y con unos límites de ruido que actualmente están establecidos en 42 decibelios.

Hay que tomar en consideración dos cuestiones: la primera, que en realidad esta modificación trata de adecuar la analogía que ya existe en la Ley del Turismo, y que iguala como bien turístico de primer nivel tanto las fiestas patronales como los festivales de música. Esto aún no es así a ojos de le Ley del Ruido. En segundo lugar, esta misma modificación explicitaría que la exención no significa ni mucho menos relajarse en la obligación de buscar todas las maneras posibles para  reducir el máximo el impacto medioambiental de los montajes musicales. Además, este margen de permisividad se otorgaría de manera pormenorizada en cada uno de los casos.

Foto: PEPE OLIVARES

Esta medida tendría un efecto inmediato este tipo de eventos. Para los macrofestivales que, bien por la protección que le ofrece el recinto en el que se desarrollan o los Ayuntamientos de las poblaciones donde suceden, ya alarguen la música hasta más allá de las cuatro, ganarán en seguridad jurídica, al contar con una ley autonómica que les cubra. En espacios urbanos de grandes ciudades como València, algunos de los festivales que ya se celebran sí tendrían la posibilidad de añadir un par de horas su actividad, además de aumentar igualmente esta seguridad jurídica mencionada líneas atrás. Este segundo caso sería, por ejemplificar, el del Festival de Les Arts, que se celebra en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y suele cerrar el recinto a eso de las 2 de la madrugada. La celebración de este festival ya ha despertado algunas quejas vecinales.

La idea es que, con la ampliación de esta flexibilidad, que ya se aplica a fiestas como las Fallas y sus análogas en Castelló y Alicante, la Comunidad Valenciana se posicione definitivamente como un destino de referencia para los festivales de música a nivel nacional e internacional. Si bien poblaciones como Burriana, Benicàssim o Villena han conseguido establecer citas destacadas en el calendario festivalero estival, las grandes ciudades siguen teniendo dificultades para hacerlo, perdiendo el potencial que les otorga las conexiones por tierra, mar y aire. Sin embargo, no son pocos los casos que han enfrentado a las promotoras con la administración pública. Ahora, las normas serían más permisivas, en favor de estas citas que atraen a decenas de miles de personas, pero sin olvidar la necesidad de una convivencia con la comunidad vecinal.

Esta nueva exención también corrige también el límite de 42 decibelios, una medida que es harto difícil de cumplir en prácticamente cualquier acto con amplificadores, y que podía servir para que las administraciones permitieran, o no, algún festival de manera política o arbitraria.

La propuesta se entregará hoy a los grupos parlamentarios del Botànic II, en una reunión con el Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer, y en principio no debería tener muchas dificultades para salir adelante, al estar arropada por la AVT, gestionada por Colomer, del PSPV; y Medio Ambiente, conselleria capitaneada por Mireia Mollà, de Compromís.

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