Fotos: PACO POYATO/EUROPA PRESSCASTELLÓ. Marie Claire quema etapas estos días en busca de definir su futuro, marcado por diferentes factores pero irremediablemente por reducir su actividad... y su plantilla. En pos de concretar el punto idóneo para la viabilidad de la centenaria textil, se acercan las fechas clave. La irremediable, marcada en rojo, es el 30 de junio, cuando debe estar definido el ERE que aligerará en 180 personas la plantilla de la compañía. Al día siguiente deberían reincorporarse los trabajadores afectados por el ERTE... y esto es inviable.
Por eso antes, preferiblemente esta semana, sindicatos y dirección de la firma deben dejar, negro sobre blanco, su acuerdo respecto de este expediente de despido. Esto es requisito indispensable para que el Fogasa se haga cargo de las indemnizaciones aunque la empresa siga funcionando. Y esto, a su vez, es obligatorio para que la dirección de la compañía pueda firmar con un inversor que aporte aproximadamente 3 millones de euros con los que continuar con la producción, aunque sea solo en una pequeña parte, en Vilafranca.
Así las cosas, y después de la cuarta reunión desarrollada en la tarde de este lunes, comité y dirección de empresa tienen el próximo miércoles la primera oportunidad para plasmar su acuerdo sobre el ERE. La única -y no por ello poco importante- razón para la premura es avanzar, cuanto antes, en la definición futura de la compañía. No en vano, remarcan desde los sindicatos, sea una solución u otra, la indemnización será la misma: 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
Eso sí, el comité de empresa trata de obtener todas las garantías posibles de que la solución adoptada será viable, y las aproximadamente 75 personas que puedan continuar en la plantilla no se vean abocadas a sufrir en breve, de nuevo, un expediente de extinción de empleo. Por ello este lunes pudieron evaluar el plan de viabilidad que la dirección de la compañía ha presentado al Institut Valencià de Finances, máximo acreedor de la misma.
Este documento detalla la facturación a la que puede optar la firma en el futuro, que ronda "los 15 o 16 millones de euros", señalan fuentes conocedoras a este diario. Esto supondría, aproximadamente, repetir los ingresos con los que la compañía cerró el último ejercicio, cuando ya la producción se redujo al mínimo, centrada en los productos de alto valor añadido (medias medicinales y pantys stop carreras).
Esto se conseguiría con la citada plantilla, de alrededor de medio centenar de personas en la fabricación de producto en Vilafranca, a las que habría que sumar unas 25 para las tareas logísticas. A todos ellos se añadiría el personal de administración, comercial y marketing de las oficinas de València y Castelló, así como las vendedoras propias que la firma conservaría.
Pero todo esto será posible si se avanza en los diferentes puntos, con el acuerdo para el ERE en primer lugar. Si no, el 30 de junio se activará el preconcurso de acreedores que la empresa ha registrado en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón. Y este derivaría, inevitablemente, en la extinción de la compañía.
