Los abogados y procuradores por fin hemos despertado y nos hemos dado cuenta de que la Mutualidad de la Abogacía y la Mutua de Procuradores son unos entes opacos, que están manejando nuestros ahorros de una manera cuanto menos ineficaz, de cara a lo que se supone que deberían estar haciendo, que es prever el futuro de sus mutualistas como jubilados, cuando les llegue la edad del retiro. En resumen, que nos han estado tomando el pelo y no sabemos qué demonios ha pasado con nuestros ahorros ni por qué vamos a cobrar unas cifras tan ridículas como se prevé, que estarán alrededor de los 400 euros mensuales, sin subidas de IPC ni nada por el estilo. Peor que las pensiones no contributivas. Claro está que la otra opción, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos o RETA de la Seguridad Social, al que podríamos acogernos de manera alternativa y excluyente, tampoco parece que sea algo muy seguro, en vista de cómo gastan el dinero nuestros políticos de turno.
Mi generación es la del baby-boom, así que si no nacen más niños en España la pirámide poblacional, cuando nos llegue la edad de jubilación, estará completamente invertida. Así que necesitamos más personas cotizando, no sólo más bebés, sino más inmigración regular, con contrato de trabajo. La hucha pública de las pensiones está tiritando, aunque el Gobierno diga que va a alcanzar este año la cifra más alta y la ministra del ramo haya prometido llenarla hasta llegar a 25.000 euros. Ojalá así sea.
Hay quien se hace sus planes para ese momento jubiloso de viajar por todo el mundo, dedicarse a la vida sana, al deporte, a ir al cine, o a escribir novelas. Cada cual, según sus gustos e intereses. Y según su capacidad económica, claro. Nosotros no vamos a estar para grandes festejos, y muchos tendremos que hacer negocio con nuestras viviendas, o seguir trabajando hasta el último de nuestros días, para poder seguir comiendo, aunque sea poco. Que no deja de ser un mito eso de que los mayores tienen poco apetito, porque los de ahora tienen dientes, que los pagan y bien que les cuesta la broma, y les gusta darles buen uso.
Otra opción que tendríamos es pasar al coliving, en plan estudiantes, con otros compañeros y compañeras de profesión, por eso del corporativismo y para no padecer pobreza energética y sentirnos más acompañados. Conste que en tiempos esto no era así, y conocí abogados que vivían dignamente de sus pensiones, pero hace unos años los mandamases de estos cotarros que son nuestras mutuas profesionales aprobaron un cambio, que nos vendieron como lo más de lo más, que fue el auténtico timo de la estampita. Así que, a pesar de llevar muchos de nosotros décadas invirtiendo ahí nuestros ahorros para la jubilación, vamos a andar lampando cuando lleguemos a ese momento, si algo o alguien no lo remedia. Me temo que lo va a tener que solucionar el Gobierno, aunque de éste no me fío porque está demasiado preocupado por hacerle la pelota a Puigdemont, para poder continuar existiendo.
Ahora hablamos, como decía, de la posibilidad de hacer la pasarela a RETA para todos estos mutualistas, lo que están respaldando ya varias Comunidades Autónomas, y tendremos que ver si finalmente se consigue por la presión social de los más de 1000.000 afectados, que este sábado se manifestaron en Madrid unidos por el movimiento #J2, en defensa de sus -nuestros- derechos. El manifiesto se pronuncia, aparte de por los derechos de los mutualistas afectados, por la dignidad, por el futuro y el de sus familias. Realmente es una situación más que compleja, y no se puede desatender a tantos profesionales, que son agentes esenciales de la Justicia en nuestro país. Ayudamos a las personas a que solucionen sus problemas y ahora han cambiado las tornas y somos nosotros quienes estamos necesitados de ayuda, para poder solventar una situación a la par injusta y no deseada por nosotros.