CASTELLÓ. El socialismo en Castellón vela armas ante la batalla orgánica que se avecina por la sucesión de Ximo Puig como secretario general del PSPV en la Comunitat si al final no se llega a un acuerdo respecto a la lista única. La posibilidad de que concurran hasta tres candidatos en las figuras de Diana Morant, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa precipita que sus distintos valedores (y grupos) en la provincia comiencen a moverse internamente.
Es lo que ocurre, por ejemplo, con los afines de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, la candidata de Ferraz y, en consecuencia, la preferida del ximismo. Este martes, en Nules, el secretario general provincial, Samuel Falomir, celebra una cena con su círculo de confianza y aquellos cargos políticos y afiliados que se han postulado públicamente del lado de la exalcaldesa de Gandia.
Al encuentro, también está previsto que acudan, entre otros, el secretario de Organización provincial, Joan Morales; las portavoces adjuntas del PSPV en la Diputación, Ruth Sanz y Merche Galí; la vicesecretaria de Política Municipal y alcaldesa de Altura, Rocío Ibáñez; o la diputada provincial y secretaria de Organización de la Vall d'Uixó, Zaida Moreno. Asimismo, y como anfitriona, destaca la alcaldesa de esta última localidad y secretaria de Acción Electoral de la Ejecutiva Nacional, Tania Baños, mano derecha de José Muñoz en Castellón. También se contaba, en principio, con la presencia del parlamentario autonómico, portavoz de Sanidad y expresidente de PortCastelló, Rafa Simó, pero finalmente un evento en la localidad valenciana de Canals le va a impedir estar presente.
El acto de conjura, con más de una veintena de asistentes, persigue consensuar una estrategia interna con el propósito de captar votos en las comarcas en el caso de que finalmente se celebren primarias. En este contexto, la idea pasa por impulsar una plataforma dirigida a la militancia y que funcione, además, en las tres provincias.
El hecho de que Famolir y gran parte de la Ejecutiva Provincial se alinee con la candidata de Ferraz no significa que Castellón tenga decidida su apuesta sobre la sucesión. Al contrario, en muchas agrupaciones y líderes locales, como la de la capital de la Plana, existe cierta contención, sin mostrar abiertamente las cartas.
Que Soler y Bielsa, los otros dos postulantes a la secretaría general del PSPV (al menos, a día de hoy), tienen sus partidarios resulta un hecho. Tanto como que ha habido conversaciones más o menos formales con parlamentarios o exparlamentarios, tanto autonómicos como nacionales (de ambas cámaras). Esos movimientos de aproximación hacen que muchos barones eviten pronunciarse de puertas afuera. Más cuando el propio Puig aseguró este lunes que hay tiempo para convocar el congreso de sucesión y "se madure la mejor solución".
El mensaje consta, por un lado, la necesidad de pactar una lista de integración y, por otro, que la negociación para conseguirlo se puede alargar en el tiempo. De ahí que cada vez cobre más fuerza la teoría de que el cónclave autonómico se celebrará después de Fallas y antes de Semana Santa, siempre en el mejor de los casos. En el peor, esto es, que las primarias se conviertan en la única opción para elegir al nuevo referente del PSPV, el proceso posiblemente se irá al mes de abril.