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está financiado por el programa Horizonte 2020 y la Japan Science and Tecnology Agency

Aimplas coordina un proyecto para convertir el CO2 en metanol sostenible

Foto: AIMPLAS CHARO PASCUAL
27/07/2022 - 

VALÈNCIA (EFE). El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) coordina un proyecto para convertir el dióxido de carbono (CO2) generado por el sector del transporte en metanol sostenible.

El denominado proyecto Laurelin está financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea y la Japan Science and Tecnology Agency, y congrega a diez entidades europeas y japonesas trabajando en equipo para lograr este objetivo, según ha informado Aimplas.

El sector del transporte es el responsable de más del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea, y por ese motivo, necesita con urgencia nuevas alternativas, como combustibles renovables.

Según Adolfo Benedito, coordinador técnico de LAURELIN e investigador del Grupo de Descarbonización en Aimplas, "el metanol renovable tiene un gran potencial para ayudar a la descarbonización del sector del transporte. Puede reducir las emisiones de CO 2 hasta en un 95 % y las de óxidos de nitrógeno (NOx) hasta en un 80 %, eliminar totalmente los óxidos de azufre (SOx) y convertir las emisiones de materia en partículas".

"Se trata de una prometedora tecnología de producción que puede jugar un papel muy importante a la hora de convertir a Europa en el primer continente neutro desde el punto de vista climático", ha recalcado.

No obstante, la hidrogenación de CO2 en metanol presenta grandes limitaciones en cuanto al proceso, el consumo de energía y los costes de producción se refiere. El CO2 es normalmente poco reactivo y la hidrogenación no es posible sin el uso de un catalizador, una sustancia añadida para acelerar la reacción química del hidrógeno y el CO2.

Así pues, el equipo de Laurelin está desarrollando nuevos sistemas de catálisis que se adapten a la perfección a tecnologías avanzadas de reacción para reducir el consumo energético y, a su vez, el coste de la síntesis de metanol a partir de dióxido de carbono.

El consorcio está trabajando con tres prometedoras tecnologías: las microondas, la inducción por plasma no térmico y la inducción magnética. Actualmente, está finalizando la construcción de los tres reactores para la conversión de CO2 en metanol, que serán operativos a grandes presiones.

Más tarde, el proyecto se ocupará de generar un centenar de nuevos catalizadores y compararlos con los utilizados en la hidrogenación térmica convencional, lo que ayudará a optimizar la selectividad y el rendimiento de la producción de metanol.

"La reducción de los costes de producción de e-metanol llevará implícito un aumento de las oportunidades para usarlo como combustible. Esto repercutirá directamente en la sociedad, que, gracias a la reducción de las emisiones y costes de los gases de efecto invernadero, verá aumentados los puestos de trabajo y la riqueza", ha concluido el profesor Teruoki Tago, del departamento de Ciencias Químicas e Ingeniería del Tokyo Institute of Technology.

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