CASTELLÓ. El grave terremoto que está viviendo el Partido Popular a nivel nacional no solo está tambaleando los cimientos del propio partido en todo el territorio nacional, sino que mucho temen que las consecuencias sean desastrosas de cara a las próximas citas electorales.
Esa es la impresión de varios alcaldes y portavoces del Partido Popular en la provincia de Castellón quienes viven entre indignados y golpeados por la incertidumbre de una guerra sin cuartel a la vista de la opinión pública y que puede afectar a dos próximas citas electorales: las autonómicas valencianas y, sobre todo, las municipales, para las que quedan 14 meses.
Los alcaldes consultados por este periódico aseguran que esta crisis "histórica" puede afectar "de lleno a las autonómicas donde hay una gran cantidad de voto ideológico" y menos en las municipales donde "los alcaldes nos podemos esconder bajo la gestión, la cercanía y que los vecinos nos conocen", aseguran desde la Plana Alta.
De hecho, "en muchos casos nuestros proyectos trascienden de las siglas" a lo que hay que añadir que, "por desgracia, esto no es una novedad, en varias ocasiones hemos tenido que ocultar de los carteles electorales las siglas del Partido Popular, como cuando ha habido casos de corrupción", por ejemplo.
Algunos de los ediles populares están a la expectativa de lo que sucede en Génova, 13, ya que aseguran que "Castellón es un territorio controlado por Teodoro García-Egea y pueden pasar muchas cosas si cae la cúpula nacional y se impone un criterio alejado del gansterismo que ahora impera" ya que aseguran "ese hostigamiento a Ayuso que ahora se ha visto se ha institucionalizado en muchas provincias y Castellón es una de ellas".
Respecto al impulso de las olas nacionales que crean tendencia de voto, un alcalde de la Plana Baixa asegura que "es así, sobre todo en las grandes ciudades" donde "si el PSOE está de subidón, hace que muchos candidatos logren la alcaldía" o, al revés. Por eso preocupa tanto la losa reputacional contra la marca que "es peor que en le época dura de la corrupción o el No a la Guerra".
De hecho, aseguran que "ahora afecta mucho más por el impacto de las redes sociales y la existencia de más opciones de voto", en referencia a partidos independientes o del auge de Vox que no ha parado de crecer en los tiempos de Pablo Casado y que aterra a los alcaldes del PP, que ya cuentan con que se va a presentar en al menos los nueve municipios más poblados de Castellón.
Pero el 'efecto marca' tiene un mayor peso en el caso de los portavoces, los populares en la oposición, quienes explican que las siglas son el principal reclamo ya que "no se nos conoce tanto" por tener una menor proyección, "y si la marca está a la baja, hay muy poco que hacer y recuerdan que "las siglas afectan para lo bueno y para lo malo". Además, en los municipios pequeños recuerdan que "no es fácil convencer a gente que quiera ir en listas de ningún partido en pueblos pequeños y esto agrava la situación".
De momento, la dirección provincial de Castellón, pese a mostrar un apoyo explícito al presidente nacional, Pablo Casado, guarda un discreto silencio frente al ruido que hay en torno a la crisis nacional. La sensación de río desbordado hizo que la presidenta provincial reuniera ayer por la tarde en la sede provincial a los coordinadores comarcales para reclamar unidad ante la grave crisis interna.
El PP provincial está alineado con Casado y, sobre todo, con García Egea, quien impulsó la renovación del PP en la provincia con Marta Barrachina. Además, la castellonense Salomé Pradas forma parte del núcleo más cercano de Casado y del secretario general, puesto que es secretaria general del Senado y portavoz adjunta del PP nacional.
Sin embargo hay muchas voces que reclaman a Casado decisiones "urgentes" que es el eufemismo usado por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo para pedir la dimisión del presidente nacional. Una petición a la que se sumó la expresidenta regional, Isabel Bonig, que salió de su habitual silencio para reclamar "generosidad" a los mismos que forzaron su renuncia.