CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Almassora ha abierto al tráfico la avenida Castelló tras invertir 619.762 euros cofinanciados al 50% entre los fondos FEDER de la Unión Europea y el consistorio. La intervención todavía precisa de los últimos detalles como la aportación de jardinería, pero el equipo de gobierno ha decidido poner en marcha el vial ya que es una de las avenidas más transcurridas del municipio. La actuación ha permitido mejorar la accesibilidad de la zona, además de solventar uno de los problemas más demandados por el vecindario con las inundaciones.
Los trabajos, iniciados en agosto del año pasado por la empresa adjudicataria Ravi Obras Transportes y Excavaciones SL, han transformado la avenida Castelló y han modificado la circulación del tráfico ya que el vial ahora únicamente cuenta con un sentido. La remodelación de la calle San Fernando en la próxima legislatura permitirá unificar la llegada a Almassora mediante este vial en un único sentido de tráfico que lo convertirá en una de las principales arterias de entrada al municipio.
Las obras han incluido esta semana la eliminación del cordón de aparcamiento anexo a la plaza Santa Isabel para mejorar la visibilidad en la circulación del tráfico de este espacio. Además, los técnicos del consistorio, tras las peticiones vecinales y de los establecimientos hosteleros de la zona, tienen prevista la instalación de badenes para que los conductores no puedan exceder su velocidad además de los pasos de peatones ya existentes. La parada de taxis también se ha desplazado unos metros.
En este sentido, uno de los mayores objetivos de la remodelación, fijados a la firma adjudicataria por parte del pliego técnico, fue la implantación de un depósito enterrado en el aparcamiento que recogerá la escorrentía superficial y la filtrará parcialmente al subsuelo. El consistorio atiende de este modo a las solicitudes recogidas en el Día del Veí celebrado en esta zona y cuenta desde ya con un sistema de drenaje sostenible.
Por su parte, la remodelación ha incorporado la renovación de la red de residuales y de abastecimiento y una mejora del alumbrado público. El proyecto ha ampliado las zonas de tránsito peatonal al ensanchar la acera y dejar un sentido de circulación con un carril. El aparcamiento combina estacionamiento en batería y en cordón en función de las características de cada tramo de la calle. La señalización de la zona también ha sufrido modificaciones.
Por último, los trabajos han permitido reordenar la calzada con mejoras para los peatones, carros de bebé y de la compra y sillas de ruedas. Próximamente se incorporarán zonas verdes y un carril bici con un ancho de dos metros para facilitar la conexión en los accesos y salidas de Almassora. Finalmente, la empresa ha eliminado las barreras arquitectónicas y ha apostado por la eficiencia en el consumo de agua al incluir un sistema de riego automatizado.