CASTELLÓ. El escritor Ángel Gil Cheza ha presentado este viernes en Vila-real su nueva novela Otoño lejos del nido. Acompañado de muchos de sus vecinos, el autor ha explicado algunas de las incógnitas que giran al rededor de esta historia que transcurre en otoño en la Barcelona de 2017. Además, el acto ha ido acompañado de un concierto de Heatwaves (Castelló) y Les Cactus (Vila-real), organizada por el escritor y la editorial en colaboración con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vila-real.
Ivet Portabella es una sargento de policía de cincuenta y ocho años que asiste a los últimos días de su perro, única compañía en una Barcelona inmensa, cuando la muerte de una joven que aparece colgada dentro de una misteriosa esfera de ramas que pende de un árbol en la Serra de la Collserola la lleva a recordar un amor que no fue y una hija que no tuvo. Al mismo tiempo el asesinato de un alto cargo económico de la zona euro alemán en un hotel de lujo con un tatuaje taleguero en la ingle reabre un viejo caso que alguien no quiere remover.
En la otra mano de la baraja, Édgar Brossa cae sin remedio al subsuelo social. Tiempo atrás puso en jaque a la bestia editorial con una revista impresa en condiciones precarias icono del descontento cultural de su tiempo. Ahora, golpeado por la mano que mordió y zarandeado por la crisis, se alimenta en un comedor social. Además, un malote con escuela lo busca por toda la ciudad para recordarle que todo puede ir aún peor. A punto de rendirse recibe una llamada. Un viejo amigo de juventud quiere que investigue la desaparición de su hermano, escritor, un año atrás, que fue también para él una especie de mentor, y le abre las puertas de su casa en el bosque. Llevaba el mismo tatuaje en la ingle, una tosca inscripción con la palabra «otoño».
Otoño lejos del nido es una instantánea de un tiempo repleto de soledades, crueles diferencias sociales, nuevos lenguajes incompletos, redes (in)sociales donde todo es mentira en algún grado, porque todos podemos construirnos artificiosamente mientras trabajamos esclavos para este neofeudalismo que impera, al que nos entregamos a ciegas. Y por ende, esta novela es una oda a la única resistencia posible: la vida, la natural, la que requiere de los cuatro elementos y los cinco sentidos.
Ángel Gil Cheza nació en Vila-real en 1974. Es licenciado en Humanidades y máster en Edición. Fue batería del grupo hardcore-punk Mala hierba y fundó el fanzine de contenido crítico Sátira Coenta en su adolescencia. En la universidad publicó la casete Futuro (Común) y más tarde el disco autoeditado Con la miel en los labios.
Es autor de las novelas Lo hombre que arreglaba las bicicletas, La lluvia se una canción sin letra y Pez en la hierba. Actualmente es editor de la revista académica kult-ur y profesor de Lengua y Literatura en la IES Bovalar de Castelló, donde cada día aprende un poco de sus alumnos. Es padre, tiene un perro y un gato y cuando puede cultiva un huerto. Escribe porque no entiende el mundo de otra forma.
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