CASTELLÓ. El antiguo faro del puerto de Castellón, que en los últimos meses ha sido sustituido por un gemelo alejado unos centenares de metros, será historia en un par de semanas. Los responsables de la terminal Noatum, en la que todavía se erige el edificio, han comenzado su derribo, que se prolongará alrededor de diez días.
Más allá de la obra en sí misma, para la que se han desplazado dos grúas de grandes dimensiones y otra maquinaria necesaria para el derribo, la eliminación de la estructura, que el año pasado cumplió medio siglo, es fundamental para facilitar la operativa sobre muelle. No en vano, aunque en 1971 el faro fue erigido en una escollera, con las sucesivas ampliaciones de PortCastelló había quedado en medio del muelle.