Arrancan las exhumaciones en el cementerio de Castellón de los restos de tres fusilados tras la Guerra Civil

20/11/2018 - 

CASTELLÓN (EP). Los trabajos de exhumación de los restos de tres víctimas del franquismo que fueron fusiladas después de la Guerra Civil y enterradas en el Cementerio de San José han arrancado en la mañana de este martes, 20 de noviembre, en Castellón. Se trata de los restos de Rafael Prades, José Monfort y Eduardo Ferreres, fusilados los días 21 de agosto de 1939, el 30 de mayo de 1941 y 24 de enero de 1940, respectivamente.

Según ha explicado la concejala de Cultura, Verònica Ruiz, se trata de un día "histórico" para Castellón, pues "comienza un trabajo fundamental para cerrar esas heridas que no dejan sangrar de aquellos familiares de personas que murieron lejos del frente de batalla y que asesinaron en el riu Sec".

Ruiz ha realizado estas declaraciones durante la visita que ha realizado al cementerio junto a la vicealcaldesa, Ali Brancal; y el concejal de Transparencia y Modernización, Ignasi Garcia, para visitar los trabajos de exhumación.

Estas exhumaciones serán financiadas por el Ayuntamiento de Castellón con una partida de 15.000 euros. Ruiz ha explicado que la intención era que la partida presupuestaria fuese mayor, pero no fue posible, ya que se trataba de un contrato menor. No obstante, ha señalado que el año próximo continuarán los trabajos con peticiones de otros familiares. "Se trata de dar solución a todas las peticiones de los familiares, pues es una cuestión de justicia", ha dicho.

Por otra parte, Juan Luis Porcar, miembro del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, ha explicado que actualmente existen 12 peticiones de familias para exhumar e identificar los restos, incluidas las tres cuyos trabajos han comenzado este martes, por lo hay otras ocho familias que piden la exhumación de nueve cuerpos, "ya que un familiar pide la exhumación de dos hermanos".

Miguel Mezquida, arqueólogo director de la Asociación Científica ArqueoAntro, encargada de los trabajos, ha apuntado que han seguido la investigación del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, "que llevan muchos años estudiando el cementerio y la represión en la provincia de Castellón", y ha destacado que lo primero que harán es intentar encontrar una de las primeras víctimas y, a partir de ahí, "iniciaremos la exhumación de dos víctimas más".

Fosas individualizadas

"Lo primero que se hace es intentar delimitar el contorno de la fosa para llegar al cuerpo e intentar exhumar a cada individuo", ha indicado Mezquida, quien ha resaltado como "dificultad" que a veces no están bien marcadas las fosas y es posible que haya que abordar la intervención de más víctimas para, en el cotejamiento con las familias, determinar cuál es la víctima que se busca.

De hecho, al poco tiempo de iniciarse los trabajos se ha encontrado una caja de madera con una placa en la que aparecía un nombre que no correspondía a ninguna de las víctimas que se buscan.

El arqueólogo ha comentado que, si todo va bien, en dos semanas se habrán abordado las tres fosas y se iniciará el proceso de post-excavación y cotejamiento genético, "que puede durar un año". Al respecto, ha afirmado que en Castellón las fosas están individualizadas, "a diferencia de otros lugares de España, donde suelen ser fosas colectivas, por lo que las identificaciones serán más fáciles".

Carmen Arnal, nieta de Rafael Prades, una de la víctimas cuyos restos se están buscando desde este martes para ser exhumados, ha indicado a los medios que "la historia ha sido muy larga, pero hoy es un día muy emocionante. Lo incineraremos y nos los llevaremos a casa".

La mujer ha explicado que su abuelo, un carpintero natural de Villahermosa del Río, era un republicano que tuvo que huir a Valencia en compañía de su familia. "Se hizo miliciano y de la CNT y estaba en la retaguardia en la Guerra", ha dicho.

Según ha narrado, le hicieron preso en la cárcel de Valencia y le dieron un salvoconducto para salir por buena conducta, "pero cuando llegó a Castellón ya le estaban esperando". La mujer ha señalado que a su abuelo solo le dejaron dormir esa noche en casa y le detuvieron "tomando un café", tras detener a su abuela. "A los tres meses le fusilaron y luego comenzaron las represalias", ha concluido.


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