CASTELLÓ. Los puntos de vacunación masiva de toda la Comunitat Valenciana han cerrado ya sus puertas. Lo han hecho este martes tras administrar más de 5,3 millones de dosis desde el pasado 19 de abril, cuando comenzaron a funcionar. De esta cifra, en los puntos de gran afluencia habilitados en la provincia de Castellón se han inyectado 461.345 dosis contra la covid-19, según las cuentas de la Conselleria de Sanitat.
Más de cuatro de cada diez de las inyecciones castellonenses en estos puntos masivos se han materializado en el Auditori i Palau de Congressos de Castelló, donde un equipo de más de 60 personas ha administrado más de 189.000 dosis desde el 19 de abril, fecha en que arrancó a medio gas por falta de viales.
Desde entonces, con algunos altibajos, la afluencia de vecinos de la capital provincial, Borriol, Almassora, Benicàssim y Oropesa, los municipios a los que atendía este vacunódromo, ha sido constante, hasta el punto de que ha contribuido a que la provincia liderase la tasa de inmunidad en la Comunitat y fuese una de las más altas del Estado.
Además de este punto de vacunación masiva, en la provincia ha funcionado también el de Vila-real, que se ha repartido entre el Centro de Congresos y el Estadio de la Cerámica, mientras en Vinaròs se habilitó durante una semana, para la vacunación del profesorado, el pabellón polideportivo. Antes, en marzo, el vacunódromo castellonense era el hospital de campaña. Y también se han dispuesto diferentes espacios, como el polideportivo de Almenara, o varios centros de salud de cabeceras de áreas.
Pero el mayor punto de inoculación ha sido el Auditori de Castelló, donde se ha inyectado el 41% de los viales de la provincia a lo largo de las 24 semanas en que ha funcionado. Como curiosidad, destaca que la semana con mayor actividad fue del 23 al 27 de agosto, con más de 22.000 personas con cita previa.
A todas ellas, así como al resto, las ha atendido un equipo formado por más de 60 personas del Departament de Salut de Castelló, además del personal propio del Auditori y de Tragsa, que ha garantizado la operatividad del recinto. También el Ayuntamiento de Castelló, los bomberos municipales, Protección Civil y Cruz Roja han colaborado.
En este tiempo, los servicios de emergencias sanitarias han asistido a 460 personas, principalmente por ansiedad, mareos o algún tipo de reacción alérgica.