CASTELLÓ. La actriz y directora castellonense Begoña Tena regresa este 19 de octubre al Teatre Principal de Castelló para interpretar Viva, una obra en forma de monólogo dramatizado que le conecta, precisamente, con sus orígenes en la ciudad. En ella, una mujer va recorriendo diferentes etapas de su vida, desde los 80 cuando sale por primera vez de casa, hasta un presente lleno de complejidades.
Tena da voz a las experiencias que caben en las cajas de una mudanza. Ella misma afirma sentirse todavía hoy en una, veinte años después de marchar a València. Por eso, con este trabajo ha decidido hablar de todos aquellos jóvenes hijos de obreros que tuvieron que partir desde su pueblo en busca de oportunidades, pero también de las madres que naufragan entre la conciliación laboral y familiar o de quienes no se atreven a enchufar la estufa en invierno.
Con todo, la obra no solo se detiene en lo complejo, también reivindica lo maravilloso que es vivir. Y su personaje, pese a todo, descubre cuál es su felicidad.
Vida, que recibió el Premio Íntim-SGAE 2022 al Mejor Texto, se representará también en la Mostra de Teatre d'Alcoi, el 23 de este mes, y permanecerá durante dos semanas -del 26 de octubre al 5 de noviembre - en la Sala Ultramar de València.
-La obra comienza en Castelló, con su protagonista recordando una noche en la que vio actuar al Titi. ¿Cuánto hay de autobiográfico en Viva?
-Viva no empieza exactamente así, sino con la imagen de una mujer inmersa en una mudanza y va contando retazos de su existencia. La obra está inspirada, además, en un recuerdo de cuando era pequeñita. Yo vivía al lado del barrio de Grapa en Castelló y tengo ese recuerdo del Titi en una noche en Magdalena, cuando en las plazas montaban orquestas y variedades. A partir de ese momento construyo una ficción que no es mi vida, pero sí hay un recuerdo disparador. La obra habla de esas familias proletarias que vivían en las afueras de la ciudad. Puede ser cualquier barrio.
-Hace más de 20 años que te mudaste a València, ¿era la única vía de trabajar, entonces, en teatro?
-Supongo que como muchas personas me fui a estudiar la carrera, que en mi caso fue Historia del Arte. En ese momento no sabía a qué me quería dedicar. Pero por una serie de casualidades me he quedado aquí, aunque sigo en constante mudanza. No sé si continuaré muchos años más en València o si regresaré.
-En la obra se habla mucho de cambios. ¿Compartes con tu personaje algunos de sus miedos?
-Sí. Comparto muchas cosas. La precariedad a la que nos enfrentamos todas las personas que trabajamos en el sector cultural, y bueno también las que no. La precariedad está muy instalada. Aun así, también hay cosas positivas. El personaje sigue apostando por la alegría, es bastante positiva. La obra reivindica el tener una existencia creativa. No sentirnos solo supervivientes sino vivir de verdad.
-Tampoco a la protagonista le interesa una vida estable. En ciertos puntos busca salir de la monotonía. ¿Al final es eso lo que nos mantiene "vivos"?
-Sí, la obra va de atreverse a ser y atreverse a ser conlleva el cambio y no seguir las normas. No ser una superviviente sino estar viva. La máxima revolución es esa, sentirse muy viva.
-Aun así, las preocupaciones y problemas crecen a lo largo de la historia. ¿Es imposible vivir en tranquilidad?
-Claro, la existencia está llena de luchas y batallas constantes, pero también hay que reivindicar algo que se nos olvida, que hay que atreverse a ser y a hacer, que es lo que hace este personaje. En una escena vemos como ella se atreve a vivir su deseo, aunque sea totalmente estrafalario.
-Te he leído decir que con esta producción "has dado un salto grande". ¿En qué sentido supone un paso hacia adelante?
-Es un montaje en el que, aunque estoy sola, han participado muchas personas. Con David Alarcón llevo mucho trabajando y juntos hicimos durante una residencia en El Musical la parte sonora de la obra, que es clave. Además, participa Patricia Paro en la dirección. Hemos trabajado muchas veces juntas y era clave que estuviera como ojo externo. También, David Sánchez ha hecho el diseño de luces. Y luego he tenido muchos actores y actrices que han colaborado con una pieza sonora, en la que estoy sola, pero dialogo con sus voces. He tenido una suerte increíble. Me han ayudado actores que admiro mucho. Contar con ellos ha sido muy importante, así como disponer de una buena producción para poder contratar al equipo en condiciones dignas.
-¿No es, por lo tanto, un monólogo al uso?
-No, hay cinco escenas, cinco satélites, que conectan con el personaje. Vamos pasando de la risa al llanto. Hay muchas variedades. Es muy rico. Siempre hay novedades.
"Es la primera vez que estoy nominada como actriz después de 20 años de carrera y hace ilusión"
-La obra está gustando tanto por el guion como por tu interpretación. En els Premis de les Arts Escèniques compites en ambas categorías. ¿Lo esperabas?
-Siempre es una sorpresa y un halago que un jurado piense en tí. Es la primera vez que estoy nominada como actriz después de 20 años de carrera y me ha hecho ilusión. En la categoría de texto comparto nominación con Chema Cardeña y Mafalada Bellido, gente a la que admiro. Mafalda es amiga íntima. Estoy muy contenta. Luego ya veremos qué saldrá, pero sirve de estímulo para que la obra se conozca más.
-¿Qué significa Viva entonces para ti?
-Ahora mismo este es mi proyecto vital. He apostado todo como compañía y creadora.
-Cuando hablamos en 2020 afirmabas que el teatro con mascarilla no era viable y, por suerte, no llegó a instaurarse. Pero, ahora, ¿a qué retos se enfrenta el teatro?
-Es una pregunta muy difícil, es un enigma, no sé hacia donde. El teatro va a sobrevivir siempre porque tiene algo fundamental, crea un encuentro directo entre el público y los artistas. Y ese encuentro y vivencia es irrepetible. No es como el cine o las plataformas audiovisuales. Esa potencia es lo más maravilloso y lo que hará que permanezca.
-Entonces hablaste también de las posibilidades del teatro sonoro y con Viva has empezado a explorar este campo.
-Sí, como comentaba hay una pieza que es sonora prácticamente. Está la actriz sobre el escenario, pero los otros personajes intervienen mediante grabaciones. Me parece un campo muy interesante. Hay algo muy positivo en lo sonoro. Siempre he dicho que si se oye algo, existe; no hace falta verlo. El oído es capaz de recrear todo lo que no se ve. Me gustaría seguir trabajando por este campo.