VALÈNCIA. "Las administraciones deberían dar más facilidades para invertir en la Marina de València". Así lo considera Enrique Calabuig, fundador y CEO de Kaiho Capital, family office enfocado a la inversión inmobiliaria y startups, además de ser uno de los socios de The Terminal Hub, el nuevo espacio tecnológico que abrirá sus puertas este verano en la dársena. "Hay muchas empresas, empresarios y emprendedores que ven la Marina de València como una oportunidad, pero toda la burocracia que conlleva desgasta, y cuando alguien invierte su tiempo y su dinero y ve que no acaba de arrancar, se desespera", señala.
A través del family office, Calabuig ha invertido en compañías como Aiudo o Kenmei, y actualmente se encuentra en una fase de reestructuración de su cartera empresarial. Mientras, en la parte inmobiliaria, con Kaihome, ha decidido rehabilitar edificios históricos para darles una segunda oportunidad.
- A día de hoy, ¿qué divisiones tiene Kaiho Capital?
- Kaiho es un single family office, una empresa de administración del patrimonio familiar de solo una rama de la familia. En este caso es mía particular. ¿Qué hacemos? Gestionar todo mi patrimonio. Tenemos tres áreas de inversión: mercado de capitales, inmobiliario e industrial, que son empresas. La teoría dice que tienes que dividir el patrimonio al 33% entre cada una de estas áreas. En mi caso, pese a que la empresa familiar (Fomento Urbano de Castellón) no está dentro de Kaiho , gestiono la participación desde aquí y la contabilizo en esta parte industrial. Esto, además de startups. Y aunque recibimos muchas ofertas para invertir en compañías, por el momento no queremos crecer.
"Ahora, tenemos muy cubierta la parte industrial y estamos invirtiendo en la inmobiliaria"
En la parte financiera, cuando te entra un evento de liquidez, lo primero que haces es invertir en renta fija, renta variable, private equity, y de ahí pasarlo a la parte inmobiliaria. Ahora, tenemos muy cubierta la parte industrial, muy cubierta la parte financiera, y estamos invirtiendo en la inmobiliaria. Pero, lo que intentamos es generar un beneficio positivo tanto en el entorno como en la sociedad. En la parte empresarial, entramos en fondos que sean sostenibles o tecnológicos, entre otros.
- ¿Y en la parte inmobiliaria? ¿Cuál es la filosofía?
- En la parte inmobiliaria, queríamos ver de qué manera aportar, porque tenemos un espíritu de permanencia y no una visión especulativa. Decidimos no invertir en zonas de expansión, sino comprar para patrimonializar. Entonces, estamos actuando sobre la ciudad construida. Nuestro objetivo son edificios históricos en València, en el centro, para darles una segunda oportunidad. Compramos edificios, los rehabilitamos y reformamos.
Les sacamos toda la materialidad de origen, porque suelen ser edificios centenarios, con las mejoras que necesiten. Y así, queremos ponerlos a disposición de cualquier persona y que puedan vivir en un edificio histórico. Al final, hay muchos espacios en València que están deteriorados y no se renuevan, y nosotros estamos intentando, poco a poco, mejorarlos.
- ¿Por qué decide sumarse al proyecto de la Estación Marítima?
- Nos juntó Startup Valencia en 2018 a un grupo de inversores. En ese momento fue rápido y corriendo, no teníamos mucha información, pero sí vimos que era un proyecto importante y que, aunque hay que rentabilizarlo, buscábamos dar a la sociedad y al ecosistema valenciano emprendedor un sitio el que acudir, en el que pudieran haber charlas, formación, donde puedan relacionarse y tener acceso a determinada información tanto de inversión como de tecnología.
- ¿Qué cree que puede aportar a València y al polo tecnológico de la Marina de València?
- Puede aportar mucho. Al final, físicamente es la entrada desde la avenida del Puerto de València a la Marina de València. Está ubicado perfectamente. Son 5.000 metros donde queremos que sucedan muchas cosas y que, de todo lo que tenga que pasar en València, sea The Terminal Hub el centro neurálgico. Queremos que la Marina se acabe desarrollando con todo el potencial que tiene, que ahora ha costado mucho y que, a partir de aquí, venga gente a nivel nacional e internacional.
- ¿Cree que debería cuidarse más la zona común de la Marina Sur?
- Ayuntamiento, Generalitat y Autoridad Portuaria deberían dar más facilidades a la gente que quiere emprender e invertir en la Marina. Tanto para el ecosistema emprendedor como empresarial. Hay muchas empresas, empresarios y emprendedores que ven la Marina de València como una oportunidad, pero toda la burocracia que conlleva desgasta, y cuando alguien invierte su tiempo y su dinero y ve que no acaba de arrancar, se desespera.
- ¿Qué opina sobre que Startup Valencia se apartara del proyecto?
- Startup Valencia no se ha desvinculado, sigue siendo socio. Se ha desinvolucrado, por decirlo de alguna manera. Pero sigue participando en la sociedad. En este proceso, hemos ido pasando por diferentes fases donde cada uno ha ido aportando más o menos según el momento. Ahora, la asociación ha decidido dar un paso atrás, pero estoy seguro que de que tiene cabida y se puede involucrar cuando lo desee.
-¿Qué tipo de proyectos acuden a su despacho?
- De todo tipo. Pero son conocedores de que invertimos en seed y en scale up, y nos llega un dealflow bastante importante. Al principio buscábamos más, porque no éramos tan conocidos. Estaba Bbooster, Demium, Marina de Empresas e íbamos a buscar allí. Pero ahora nos entran muchos para valorar.
"A día de hoy, tenemos cerca de unas 50 startups invertidas"
A día de hoy, tenemos cerca de unas 50 compañías invertidas, directa e indirectamente. Kaiho lo gestiona todo, desde una inversión hecha por mí a título personal a otras hechas a través de fondo. El tipo de empresa va desde inversiones que hice como business angels de 5.000 a 25.000 euros hasta scale ups de 50.000 o 100.000 euros. También participamos con R2, el fondo de Santiago Reyna, y ya vamos a un tipo de compañía más crecida y con más facturación.
- ¿Ha realizado alguna desinversión?
- Ahora estamos en una fase de reestructuración de la cartera para ver de qué manera y con qué múltiplos. No hemos hecho ninguna salida todavía, sí alguna parcial.
- Family office e inversión en startups. ¿Cuál es su opinión?
- Se está invirtiendo cada vez más y se está quitando ese miedo y desconocimiento. En València el ecosistema lo está haciendo muy bien y es muy colaborativo, hay mucha información y, cuando quieres entrar, todos los agentes te dan dealflow, información y valoraciones. Hay un montón de información. Sí que es verdad que en la empresa tradicional estos riesgos no los manejamos bien, porque estás sacando un dinero de tu patrimonio para meterlo en otro sitio que tiene mucho riesgo.
"En la empresa tradicional los riesgos de las startups no los manejamos bien"
Tener una inversión que necesitas y controlas, derivarla a otra que no necesitas y tampoco controlas, no la llevamos bien. Sí que es verdad que, acercarte a este sector, te da mucha información, te cambia la manera de pensar, las métricas, el sentido de mercado, las posibilidades de pivotar,... Pero la empresa familiar cada vez está más cerca de este sector y está abierta invertir, siempre conociendo los riesgos.
- A nivel de empresa más industrial, ¿estudian alguna entrada?
- La pata industrial, al tener la empresa familiar, está suficientemente cubierta. Al principio nos llegaban muchas ofertas para entrar en participaciones industriales, pero lo hemos ido rechazando.
- ¿Cuál es vuestro porfolio a día de hoy en inmobiliario?
- Tenemos edificios y pisos sueltos, pero nos cuesta bastante encontrar el producto que queremos y necesitamos. Ahora, tenemos tres edificios para los que hemos diseñado un proyecto y hemos pedido licencia, de los que el más emblemático está en el río, al lado del Temple. Un edificio que está protegido, y ese es el tipo de producto que trabajamos. Pero al final, lo que empapa a Kaiho, es que colaboramos con personas y, en todas las áreas de negocio, trabajamos con empresas que son amigos y nos dan confianza. Por ejemplo, en la parte financiera trabajamos mucho con Pablo Serratosa, Grupo Zriser y Nao. También con Buy & Hold. Porque al margen de tener productos propios, ellos invierten contigo, y eso te hace sentir acompañado.
"En todas las áreas de negocio, trabajamos con empresas que son amigos"
En la parte inmobiliario sí que tenemos un equipo de más de 30 años de experiencia, no delegamos tanto. Y en la parte de industrial, lo tengo prácticamente todo delegado. Pero intentamos invertir en startups de València o con origen aquí. También hemos entrado en Biozell y vamos a hacer cosas con Iker Marcaide. Al final queremos invertir con gente aquí en València, que nos genere confianza y que tenga una visión global.
-Cada vez más family office se están uniendo con promotores para proyectos inmobiliarios. ¿Es una tendencia en el mercado?
- Para family offices que no tengan un origen inmobiliario, esto es recomendable. Lo normal es que te acerques a los promotores para hacer las inversiones, que son los que van a realizar la parte ejecutiva de todo el proyecto. Pero en mi caso tengo un equipo de inmobiliario.
- ¿Piensa abrir algún área de inversión nueva?
- Con estas áreas de negocio vamos desbordados y donde más tenemos puesto el foco en este momento es en la inmobiliaria. Tenemos mucho trabajo, porque vamos a un producto muy concreto y limitado, porque actuamos sobre el patrimonio construido y es difícil de encontrar, además de poner en marcha las licencias. Pero tampoco queremos descuidar las otras dos áreas, tanto industrial como financiera.
- ¿Qué diría que aportan los family offices a las familias empresarias?
- Que es recomendable montarlo. De la empresa familiar valenciana y nacional, todas invierten en negocios que no son su core, pero lo hacen desde fuera de la empresa. Al montar un family office tienes otras ventajas, porque lo externalizas de la empresa familiar. Esto te permite tener dos equipos diferenciados con riesgos limitados y pueden apoyar a la familia a invertir, a diversificar y se evitan conflictos.
-¿Debería haber más unión entre los family offices valencianos para levantar proyectos?
- Colaboramos bastante. La empresa familiar es discreta. El family office que es la parte más íntima de la familia tiende a ser bastante interno. No es que no queramos compartir, que sí lo hacemos, pero no tenemos una visibilidad como se da a la empresa familiar o a otras participadas. Nos queda todavía acercarnos a un término medio donde haya más información, porque nutre.