Cáritas Segorbe-Castellón dona los primeros 15.000 € para la escolarización de niños ucranianos

CASTELLÓ. Continúa la campaña “Primera Mochila Escolar” que impulsa Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón y que, en tan solo diez días, ya ha destinado 15.000 euros para esta iniciativa solidaria.  Al cumplirse los primeros diez días desde que se puso en marcha la campaña “Primera Mochila Escolar”, de ayuda a la población infantil de Ucrania, Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha donado a la ucraniana Cáritas Ivano-Frankivsk los primeros 15.000 euros recaudados en esta iniciativa solidaria que servirá para comprar mochilas y material escolar a niños y niñas ucranianos, de familias vulnerables, que han debido abandonar sus casas y trasladarse a zonas menos peligrosas de su país.

Se espera donar en esta acción humanitaria un total de 50.000 euros y para recaudar las necesarias aportaciones económicas se han habilitado sendas cuentas corrientes en diferentes entidades bancarias. También para facilitar estas donaciones de todos los ciudadanos de la Diócesis de Segorbe-Castellón que quieran colaborar con esta causa solidaria se ha puesto a su disposición el Bizum 05921.

“Primera Mochila Escolar” está destinada a la población infantil en edad escolar de Ucrania para que estos niños y niñas, de familias vulnerables, puedan disponer del material escolar necesario para que, a pesar de la invasión rusa que continúa, puedan desarrollar sus diferentes estudios.

Esta iniciativa ha surgido de la constante colaboración de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón con la ucraniana Cáritas Ivano-Frankivsk y con “Primera Mochila Escolar” se podrá ayudar a un total de 1.500 alumnos, 350 de educación infantil y 1.150 de primaria y secundaria, que se han visto obligados a dejar sus casas y trasladarse a zonas menos peligrosas.

 Para ello, se ha puesto a disposición de los ciudadanos de nuestra Diócesis las siguientes cuentas corrientes, así como un Bizum, para canalizar su ayuda a esta campaña en favor de los escolares de Ucrania que, por los efectos de la guerra, se han visto obligados a dejar su residencia habitual.