la portavoz 'popular' recuerda que el monumento de ribalta se redignificó hace 43 años

Carrasco (PP) acusa al Fadrell de "sectarismo" por "la persecución" a la cruz de Ribalta

11/05/2022 - 

CASTELLÓ. La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castelló, Begoña Carrasco, ha manifestado que lo único que se evidencia con el cambio de ubicación de la cruz del Ribalta es el sectarismo político y la persecución a un monumento que fue resignificado hace 43 años. Una declaraciones que ha ha hecho tras conocerse la nueva ubicación del monumento, que el equipo de gobierno pretende eliminar a toda costa sin respetar el acuerdo plenario del Ayuntamiento, del año 1979, en el que se decidió dedicar el monumento a todas las víctimas de la violencia, sin distinción. La nueva ubicación será en el barrio de Rafalafena.

"Si tanto molesta a PSOE, Compromís y Podemos que esté en el parque Ribalta, también les debería molestar en otro enclave de la ciudad como es el barrio Rafalafena. La Cruz del Ribalta es un monumento resignificado y, por tanto, desprovisto desde hace 43 años de cualquier connotación franquista como se empeña el tripartito en hacer creer", señala la portavoz popular.

"Lo más preocupante de toda esta polémica es que "con la que está cayendo y las dificultades de tantas familias para llegar a fin de mes, con todo más caro, la luz, la gasolina, el pan, el encarecimiento de la vida en general, la prioridad del gobierno de Amparo Marco sea eliminar la cruz de Ribalta, a lo que va a destinar 80.000 euros, cuando ese dinero mejor estaría en el bolsillo de los castellonenses, ayudando a los sectores más afectados por la crisis o empleado en bajar los elevados impuestos municipales. Los castellonenses tienen otras prioridades antes que cambiar la fisonomía del parque Ribalta, sin embargo el dinero de todos acaba por satisfacer sus intereses partidistas", añade.

"Este monumento es un símbolo de libertad religiosa que el equipo de gobierno no respeta, nunca lo ha respetado. Su ideología contraria les ha llevado a emprender una cruzada contra el monumento que ha acabado en los juzgados, como tantos otros proyectos de ciudad que en estos momentos están judicializados, como la Pérgola, el cambio del topónimo, la reforma de la Avenida de Lidón, la práctica demolición del edificio de la antigua Casa de la Cultura o el Plan General", concluye.

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