CASTELLÓ. Las dificultades que viene sufriendo el Castellón para sumar de tres en tres lejos de su feudo le obligan a buscar amparo en su estadio, lugar en el que ha cimentado la buena posición que ocupa en la clasificación del grupo 2 de Primera Federación.
Los albinegros son el mejor equipo local de su liga tras haber sumado 22 puntos de 27 posibles. Pero en sus dos últimas apariciones en Castalia pincharon con una derrota ante el Numancia y un empate ante la Real Sociedad B, acabando con una racha de siete victorias consecutivas ante su público.
Estos tropiezos, unidos a su acostumbrada sequía a domicilio –solo ha ganado un partido fuera de casa en lo que va de curso- han hecho que el Castellón haya encadenado cinco partidos sin ganar, lo que le ha desposeído de la primera posición que ocupó durante ocho jornadas.
Para corregir esta tendencia, el equipo que dirige Alejandro Jiménez necesita recuperar el rendimiento donde mejor se desenvuelve y la oportunidad le llega este domingo, recibiendo la visita de la UD Logroñés. Los riojanos llegan a este partido con muchas urgencias, pues se encuentran en puestos de descenso después de acumular la nefasta racha de nueve partidos sin ganar.
Los albinegros quieren recuperar una sensación que no viven desde el 26 de noviembre. Ese día, derrotaron al Real Murcia con un solitario gol de Manu Sánchez, marcado a balón parado. Ese resultado les situó con una ventaja de tres puntos en la primera plaza y un colchón de seis sobre la sexta posición.
Cinco jornadas después, las cosas han cambiado a raíz de los tropiezos albinegros, aunque no de forma irreversible. Porque el Castellón es segundo a solo dos puntos de la cabeza y su distancia sobre el sexto clasificado es de tres puntos.
Así las cosas, un triunfo este domingo podría tener efectos muy favorables en la tabla para el conjunto orellut, a la vez que cambiaría las sensaciones negativas del equipo. Castalia puede ser el factor clave para corregir la tendencia actual.