CASTELLÓ. Las obras en el Raval San Félix, las primeras de la Zona de Bajas Emisiones que estarán listas en Castelló, llegan a su punto final. Según ha explicado el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Sergio Toledo, tras visitar las últimas actuaciones, "esta zona ya es transitable. La obra civil, con los trabajos de pavimentación y con los accesos, ya ha terminado; y estos días se va a terminar de poner el mobiliario urbano y la plantación de las zonas ajardinadas para embellecer las calles".
La Zona de Bajas Emisiones garantizará la accesibilidad, pero también contará con más y mejores zonas verdes, en la apuesta del gobierno de Begoña Carrasco por la renaturalización de la ciudad. "Con las calles nuevas mejoraremos las condiciones ambientales y por tanto, la imagen de nuestra ciudad. Queremos un Castelló más accesible al peatón, más sostenible, con más plantas y flores naturales, para que sea más agradable pasear por nuestras calles", indica el edil.
Toledo ha comentado que "tras las obras de la ZBE, todos los elementos que forman parte del mobiliario urbano como bancos, papeleras, maceteros o jardineras van en el mismo lado de la acera, dejando el otro lado accesible". En este sentido, cuenta que "la parte accesible, llamado itinerario seguro tiene una botonera como señalética para las personas invidentes.
Toledo asegura que "estamos trabajando desde el minuto uno para mantener previamente informados a los vecinos, haciéndoles llegar la información a través de señalética, indicando los desvíos alternativos para los conductores y con información actualizada en las redes sociales municipales. Queremos que sean los primeros en conocer la evolución de los trabajos".
El edil del área señala que "agradecemos la comprensión de los vecinos con unas obras que estamos tratando de agilizar, reduciendo todo lo que podemos los plazos y garantizando el acceso de los residentes a sus calles, incluso cuando las máquinas están trabajando. Cumplimos con los vecinos al activar este plan de choque garantizando los accesos a los vehículos".
Y es que, con el compromiso de que los castellonenses estén informados en tiempo y forma de estos trabajos, el edil sigue reuniéndose a pie de calle con asociaciones de vecinos y comerciantes, así como también continúan las reuniones periódicas tanto con los responsables de la empresa encargada de las actuaciones como con los técnicos municipales de las distintas áreas del gobierno implicadas, de tal forma que coincidan en obras las menores calles posibles.
Los residentes de las calles en obras deben retirar los vehículos de la zona antes de las 7:45 horas y pueden volver a entrar a partir de las 18:45 horas, momento en el que finalizan los trabajos.
El proyecto reorientado por el actual gobierno municipal recupera 219 plazas de aparcamiento y no restringirá el acceso rodado al casco urbano, a diferencia del gobierno de izquierdas. Además, otra de las medidas de cara a facilitar el aparcamiento a los residentes ha sido conveniar con el párking de San Félix tarifas reducidas, un 40% más baratas, para dar la posibilidad a los vecinos de hacer uso de este parking.
En estos momentos continúan las obras en calle Conde Pestagua, calle San Félix y Navarra. El itinerario alternativo en Conde Pestagua, mientras estén los trabajos en marcha, se ha de realizar por la calle Alcalde Tárrega para acceder al Parking de Clavé-Sant Fèlix.
Por otro lado, las actuaciones en la calle Trinidad comenzarán próximamente, garantizando el acceso por San Francisco y Asensi. Sergio Toledo asegura que "no queremos que empiecen unas obras hasta que no concluyan otras. Lo único que queremos es hacerles la vida más fácil a los vecinos".
Tras las obras de la ZBE, las calles serán todas de plataforma única, con aceras más anchas para poder disfrutar de la ciudad. La velocidad máxima permitida es de 20km por hora. Además, se están aplicando materiales fonoabsorbentes para reducir el ruido y fotocatalíticos para reducir la contaminación.
Con respecto a la calle Navarra, el concejal de Urbanismo ha asegurado que "la ejecución de las obras cumple los plazos previstos y tal y como se informó a vecinos y comerciantes, acabarán en noviembre". Y es que el edil ha recordado que "en su día reunimos a los vecinos para informarles de que las obras tenían un plazo de ejecución de ocho meses. También tuve la oportunidad de recorrer uno a uno los comercios para dar cuenta de estas actuaciones".
Al margen de los plazos, el edil ha explicado que "estamos estudiando medidas compensatorias para los comerciantes que en breve anunciaremos". "Entendemos que las obras son molestas pero estamos trabajando intensamente con un Plan Estratégico para ofrecer alternativas a los castellonenses mientras duren los trabajos", apunta.
El concejal de Urbanismo ha recordado que "las obras de la Zona de Bajas Emisiones corresponden a un proyecto heredado del anterior equipo de gobierno, que hemos reorientado de la mano de los vecinos, evitando restringir al tráfico rodado 745.000 metros cuadrados de suelo urbano como se pretendía con el proyecto anterior".
"Por decisión de este gobierno, este proyecto no restringirá al tráfico de vehículos ninguna de las calles integradas en el perímetro de la ZBE, solo en momentos puntuales si los medidores de la calidad del aire lo indican y sin afectar a los residentes que van a poder acceder a sus viviendas en todo momento", añade.
Estas obras, que han empezado a ejecutarse por fases, deberán estar finalizadas el 31 de diciembre de 2025. Una actuación que se está llevando a cabo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado con los fondos europeos Next Generation, para mejorar la accesibilidad de la ciudad de Castellón.