CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló ha destinado nuevo mobiliario fabricado con tapones reciclados a 20 centros escolares a través de Reto Tapones, una iniciativa que ha implicado a la comunidad escolar en la recogida de tapones de plástico para su transformación y ha enseñado en hábitos sostenibles.
"Desde el mes de abril los alumnos de los colegios públicos participantes han depositado en cajas tapones que luego se han reciclado y convertido en bancos o papeleras que ya disponen los centros. Es una forma de concienciar a los escolares en la reducción del uso del plástico y en los beneficios ambientales que comporta el reciclaje y formas de vida más saludables y sostenibles", ha destacado el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro.
Por su parte, el concejal de Educación, Francesc Mezquita, ha puesto en valor "la implicación del alumnado de Castelló en actividades sostenibles que fomentan la cura del medio ambiente y nuestros entornos a través de proyectos de sensibilización ambiental". Además, Mezquita ha puesto de relevo que "este proyecto escolar ecológico y participativo nos permite educar en valores y concienciar a los niños y niñas que el futuro de nuestro planeta depende, en gran parte, de cómo de responsables somos cada cual de nosotros y como nos relacionamos con los recursos que generamos cada día".
Ambos concejales han visitado este viernes el colegio Isidoro Andrés y han visto el banco que ha sido producido con tapones reciclados-
En el proyecto Reto Tapones, en el que ha colaborado M Plastik Recycling, se habilitaron en las últimas semanas una caja en cada un de los centros participantes para la recogida de los tapones. Esta materia posteriormente se reutilizó para convertirse en mobiliario escolar.
La actividad también ha incluido charlas en los centros en las que se ha enseñado la importancia del reciclaje, la reducción del plástico y la necesidad de cuidar el planeta.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara