CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló se asegura la continuidad del quiosco de la plaza de la Paz. Dos empresas aspiran a asumir la gestión una vez finalizado el plazo de presentación de ofertas. Ahora, la Mesa de Contratación debe comprobar y aceptar la documentación de las concurrentes con vistas a iniciar la baremación. Primero, de la plica con los criterios técnicos (mejoras). Después, del sobre con los aspectos económicos.
Por las características de la licitación, aquella empresa que ofrezca el canon más alto tendrá muchos números de quedarse con la concesión. Según el pliego, la tasa fijada por anualidad asciende a 5.355,20 euros. Esto significa que cuanto mayor sea la cantidad ofrecida, más puntuación obtendrá la postulante.
El nuevo contrato para explotar el emblemático recinto contempla un periodo inicial de cinco años, con posibilidad de ejecutar varias prórrogas hasta cumplir otro lustro. Es decir, la adjudicataria podría gestionar el templete durante un periodo de 10 años. Una durabilidad un tanto inusual en prestaciones de estas características a tenor de los expedientes impulsados con otros locales municipales. Por ejemplo, la instalación de la plaza del Real o la reformada casa de aperos del parque Geólogo José Royo.
Desde 2018, L'Antiga Valenciana regenta el quiosco de la Paz. Aunque la concesión de cinco años debía finalizar en 2023, la covid y las obras de reforma de la plaza (periodos de inactividad) alargaron la vinculación contractual hasta 2024. La empresa, fundada por la familia Gamero y con tradición de churrería y heladería desde 1931, posee diferentes establecimientos en la provincia. Incluso, pretende reforzar su presencia en Castelló con el templete de Huerto Sogueros después de haber ganado el concurso público, como así recoge la plataforma de Contratación.
La instalación de la Paz data de 1901. En sus orígenes, se dedicó exclusivamente a la venta de periódicos. Con el paso del tiempo, fue incrementando su oferta de productos. De hecho, sufrió varias remodelaciones durante décadas, lo que posibilitó incorporar la actividad hostelera. Entre 2015 y 2018 permaneció cerrado al carecer de baños públicos por encontrarse inutilizados los aseos subterráneos.
De acuerdo con lo que establece el pliego, la concesión incorpora un espacio destinado a terraza que permite la colocación de seis mesas con cuatro sillas cada una y otros cuatro veladores con la misma cifra de taburetes cada uno. Todo el mobiliario ocupa una extensión de 33,20 metros cuadrados. Además, la infraestructura de disposición hexagonal cuenta con una barra perimetral, lo que permite dar servicio de cafetería de pie.
Asimismo, se incluye el baño público y el almacén, que consta de una planta baja en la que se ubica el propio quiosco de 72,35 m2. La superficie completa del templete ronda los 100 metros cuadrados (en concreto, 98,70 m2). Por esa área, la concesionaria podrá colocar hasta 12 mesas con 36 sillas.