CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló, a través de la Empresa Mixta Nuevo Cementerio, tiene activado durante toda estas emana un protocolo de actuación en los dos cementerios de la ciudad para minimizar el riesgo de contagios de covid-19 ante la próxima festividad de Todos los Santos. Un dispositivo extraordinario que incide en la ampliación de horarios y en un sistema de control de accesos y aforos para incentivar una asistencia escalonada y evitar aglomeraciones.
"Hay que ser muy prudentes y responsables, individual y colectivamente, para cumplir con las medidas sanitarias y reforzar la respuesta ciudadana ante la segunda ola de la pandemia", asegura la alcaldesa de Castelló y presidenta de la Empresa Mixta Nuevo Cementerio, Amparo Marco. "Por eso, y ante la próxima festividad de Todos los Santos, hemos puesto en marcha un protocolo extraordinario que busca favorecer la asistencia escalonada a los cementerios, durante toda esta semana, de forma que evitemos una afluencia masiva el 1 de noviembre y favorezcamos el cumplimiento de las medidas anticovid", detalla la primera edila.
Por su parte, la concejala de Cementerios, Isabel Granero, recuerda el protocolo elaborado en Castelló, acorde al específico para Todos los Santos publicado por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, que incide en las medidas de higiene y protección frente al coronavirus.
Así, "además de ampliar el dispositivo especial de Todos los Santos a toda la semana, y no solo a los días previos a la festividad, se ha ampliado también el horario de apertura de los recintos hasta el 1 de noviembre, de forma que los dos camposantos abren una hora antes, a las 8.00 horas de la mañana y cierran a las 18.00 horas", apunta la concejala. En esta línea, se ha habilitado un servicio especial de transporte público. La línea se puso en marcha el lunes y hasta el 1 noviembre conectará el Parque Ribalta (impares) con el Cementerio de San José y el Nuevo Cementerio, y viceversa. El servicio arranca a las 8.00 horas de la mañana y se prolonga hasta las 18:30 horas, con salidas desde ambos puntos cada hora.
El protocolo se ha establecido de forma que en ningún momento se concentren a la vez más de 500 personas en el cementerio de San José ni más de 150 personasen el Nuevo Cementerio. Además, se recomienda a los visitantes no permanecer en los recintos más de una hora, para poder permitir el acceso de más personas. Enel cementerio de San José se habilitarán 4 puntos de acceso y salida para facilitar el tránsito de la ciudadanía y evitar aglomeraciones que estarán ubicados en la entrada principal, la parte trasera (cuadra Borriolenc) y las dos puertas laterales. Se habilitará cada acceso con un carril de entrada y otro de salida. En cada acceso se permitirá la entrada de 125 personas. En el Nuevo Cementerio, habrá un único acceso y queda anulada la zona de parking interior.
Efectivos de la Policía Local, Protección Civil y AMUS controlan la zona externa a los cementerios, mientras que el control de accesos e interior de los recintos se realizará a través de seguridad privada. En cuanto a medidas higiénicas y de prevención, se están llevando a cabo tareas especiales de limpieza y desinfección, hay control de temperatura en los accesos y dispensadores automáticos de gel. También se facilitan guantes para quienes deban manipular elementos comunes como escaleras de acceso a nichos en altura y está prohibido fumar en todo el recinto. La mascarilla es obligatoria en todo momento.
Hay que recordar también que este año no se realizarán actos conmemorativos públicos ni privados, así como los de carácter religioso para evitar mayores afluencias. Esta medida implica la suspensión de la tradicional misa en la explanada del acceso al cementerio de San José y de la ceremonia civil. Tampoco se realizarán misas en la capilla del cementerio de San José para evitar que, dada su ubicación, se colapse la entrada principal necesaria para el control del aforo. Igualmente, se suprime el acto militar del 2 de noviembre.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara