CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló promueve desde hace meses la implantación del teletrabajo entre sus más de 1.500 funcionarios. Lo hace a través de un acuerdo transitorio aprobado a finales de mayo y cuya entrada en vigor se produjo en junio. Esa normativa, a la espera de aprobar el reglamento definitivo, se precipitó ante la necesidad de acatar las obligaciones establecidas para no perder una subvención europea de casi 650.000 euros dirigida a adquirir ordenadores portátiles, así como otras herramientas con vistas a facilitar el trabajo desde el domicilio.
El acuerdo transitorio establece que al menos una vez a la semana se puede teletrabajar, aunque una circular interna enviada a los directores y jefaturas de sección advierte que "los días susceptibles de teletrabajo son los martes, miércoles y jueves, quedando excluidos los lunes y viernes".
Para acogerse a la modalidad de trabajo no presencial se deben cumplir una serie de requisitos. Por ejemplo, no pueden beneficiarse del teletrabajo aquellos puestos cuyas funciones conlleven la prestación de servicios presenciales. Tampoco aquellos que precisen una supervisión presencial continua. Algunos ejemplos son los funcionarios de atención al público, bomberos, Agentes de Movilidad Urbana (Amus) y miembros de la Policía Local.
En el caso de aquellos funcionarios que sí puedan teletrabajar, primero se requiere un plan diseñado por los departamentos, en el que se detallen cuestiones como las funciones a desarrollar a distancia, los objetivos o el control de seguimiento. En cualquier caso, siempre se exige que dentro del área afectada se garantice la presencialidad de uno o varios empleados públicos. Todos los planes de trabajo a distancia deben ser aprobados en última instancia por el área de Impulso Económico y Empleo.
Aunque la voluntad del Ayuntamiento radica en potenciar la implantación del teletrabajo, fuentes consultadas señalan que las dificultades técnicas a la hora de arbitrar herramientas en el domicilio ralentiza la hoja de ruta diseñada por el propio equipo de gobierno (PP y Vox). En efecto, desde sindicatos apuntan que son pocos los departamentos que se han beneficiado hasta la fecha de la medida.
Conforme a lo que establece el acuerdo transitorio, los mecanismos tecnológicos deben garantizar indicadores de cumplimiento, como franja horaria de conexión y realización de manera eficiente de expedientes y tareas asignados. Otra cuestión no menos importante obedece a la fluidez y eficiencia en las comunicaciones.
El consistorio tuvo la primera experiencia de trabajo a distancia tras la declaración de estado de alarma por la covid. A pesar de las adversidades, se consiguió mantener los servicios públicos. De alguna manera se tomó conciencia de que es posible otra modalidad de trabajo que no sea presencial y de las ventajas que puedan proporcionar a las nuevas necesidades de la administración. Ahora, y al amparo de la legislación estatal, se pretende fomentar el empleo remoto.