CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló ultima la negociación para adquirir los Cines Rex. La operación, como reconoce la alcaldesa, Begoña Carrasco, resulta "difícil", aunque las conversaciones "van bien", por lo que existe un moderado optimismo. La idea de la primera munícipe estriba en adquirir parte del emblemático inmueble (se excluyen las viviendas) para reabrir las salas, con cafetería, y crear una casa de la cultura.
Esa intervención, además de la compra, obligaría a realizar una inversión con vistas a reformar el interior, cuyo estado se encuentra muy deteriorado por la falta de mantenimiento y el paso de los años. Para acometer la rehabilitación, el consistorio buscaría financiación externa vía fondos europeos. La estrategia al respecto sería la misma que con La Pérgola, por lo que el proyecto se presentaría a una convocatoria específica sobre restauración.
Los Cines Rex, que permanecen cerrados desde 2004, pertenecen a un fondo inversor local, que recientemente se hizo con el bloque al completo. Los empresarios aprovecharon que la subasta de la Sareb, antigua propietaria, quedó desierta para lograr la titularidad del inmueble por 1,5 millones.
"Hablamos de una operación complicada, pero creemos que es buena para la ciudad. Estamos negociando para adquirirlo", señala Carrasco, quien evita dar cifras al respecto. Sin embargo, reconoce que las posturas están muy próximas tanto por la cantidad ofertada desde el Ayuntamiento como por la "sensibilidad" del citado fondo inversor. "Saben del valor sentimental y cultural. De las opciones que tienen, priorizan la nuestra", agrega Carrasco.
En el caso de que las negociaciones lleguen a buen puerto, la operación se materializará durante el primer trimestre de 2024. Esto significa que no se descarta que el nuevo presupuesto municipal recoja una partida específica para la compra, aunque la alcaldesa mantiene por el momento la incógnita.
La puja por los Cines Rex se cerró sin comprador a finales del pasado mes de agosto. Ninguna mercantil o Unión Temporal de Empresas (UTE) mostró interés por abonar los 11 millones de euros que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria planteó como precio de partida.
Con la subasta judicial, tutelada por el juzgado de primera instancia número 1 de Castellón, la Sareb pretendía cobrarse una deuda de más de 8,1 millones de euros contraída por la constructora y promotora Promojucar, propietaria del inmueble, tal como adelantó Castellón Plaza. La firma entró en concurso de acreedores en julio de 2014, y con la venta del mencionado edificio pretendía liquidar la obligación del pasivo que acabó en manos del conocido como 'banco malo'.
En el proceso se pretendía vender todo el edificio, obra del arquitecto Francisco Maristany y con fachada principal en la calle Asensi 22. Una finca compuesta de planta baja, sótano, piso principal y la sala de espectáculos, correspondientes todos ellos a los mencionados cines (la parte que interesa al Ayuntamiento), y el resto del edificio está destinado a viviendas. En total, la parcela sobre la que se emplaza ofrecía 865 metros cuadrados y, de ellos, 765 están construidos mientras que los restantes 100 están "sin edificar". A la postre, todo el complejo estaba valorado a efectos de la subasta en 11.047.010 euros.