CASTELLÓ. Dos semanas después de implantar la recogida de residuos orgánicos a través de los contenedores marrones, que en conjunto ha supuesto una inversión de 1,6 millones de euros, el servicio municipal de limpieza de Castellón lleva cada día hasta las instalaciones de Reciplasa una media de 3.000 kilos de restos compostables. Esta es una cantidad que el concejal de Reciclaje y Gestión de Residuos, Ignasi Garcia, valora como "positiva", y más "si tenemos en cuenta que los porcentajes de residuo recuperable son similares a los de localidades donde el sistema lleva tiempo funcionando".
A tenor de las cifras de la Concejalía de Residuos, con este volumen en un año completo se conseguiría separar unas 1.100 toneladas de basura orgánica, todavía muy lejos de las 20.000 toneladas de objetivo a medio plazo. Por ello, el Ayuntamiento de Castelló ha lanzado la campaña de concienciación Un marró de tots, que se prolongará hasta noviembre y con la que se pretende fomentar la separación de los restos compostables que se producen en los hogares, pero también en comercios de alimentación, bares y restaurantes.
Junto a la campaña, que comprende 150 acciones que llevarán a cabo un equipo de educadores ambientales (entre ellas la distribución de folletos y cartelería y la instalación de varios puntos de información) y que complementa otras ya materializadas, la concejalía dirigida por Garcia creará también una página web con información y materiales didácticos.
No en vano, "el 40% de los residuos domésticos son orgánicos", destaca la consellera de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, y pueden ser reconvertidos en abono para la tierra o en biocombustible. Para ello, de momento la recogida en los 1.089 contenedores repartidos por la ciudad se realiza en días alternos mediante los ocho camiones que ha comprado el consistorio.
Con ello, Castelló se ha convertido en "la primera capital de la Comunitat en implantar este servicio" de recogida de basura orgánica, resalta Mollà. No en vano, la actuación "va en la línea para implantar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de forma transversal" que promueve la Unión Europea y que se plasman también, por ejemplo, con la Agenda Urbana 2030, recalca la alcaldesa Amparo Marco, quien también participó en la presentación de la campaña en la plaza Mayor.
Por su parte, Garcia explica que la implantación de estos nuevos contenedores "no es una decisión política, sino una necesidad del planeta" y remarca que con ello se busca evitar que vaya más basura a los vertederos: "No nos podemos permitir enterrar 50.000 toneladas de residuos cada año en Castelló". Un volumen que daría para cubrir el estadio Castalia cada dos años.
Para impulsar la separación de basura y la recogida selectiva, el concejal del área ha anunciado además su voluntad de redactar en el presente mandato una nueva ordenanza de residuos de la ciudad, dado que la actual "es del año 1978". Esta se enfocará hacia el fomento del reciclaje, que ha crecido más de un 14% durante el primer semestre del año.