MADRID. Crisis, obstáculos o necesidad fueron términos empleados este miércoles en la sede de la patronal CEOE en Madrid, pero también otros como unidad, reivindicación y justicia. Y todo a cuenta del complicado panorama al que se enfrenta la economía de Castellón a cuenta de la contracción que atraviesa el sector azulejero, del que dependen uno de cada tres empleos de la provincia.
Los principales representantes empresariales y políticos castellonenses aterrizaron en Madrid para hacerse escuchar, pero sobre todo para dar un golpe encima de la mesa ante la pasividad del Ejecutivo central y la urgencia de que las exigencias del tejido empresarial traspasen las fronteras de la provincia. Pero, especialmente, para hacer llegar a los dirigentes del Gobierno "el calibre" del problema al que se enfrenta Castellón, como dejó claro uno de los asistentes, que amenaza con convertirse en una crisis estructural si no se toman medidas "urgentes".
El encuentro, liderado y organizado por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) -cuyo presidente, Salvador Navarro, es también vicepresidente de la CEOE-, ha sido el primero que la patronal estatal ha acogido sobre la crisis del azulejo. Así, aunque no pudo estar presente el presidente de los empresarios del país, Antonio Garamendi, el desembarco de la delegación castellonense en el enclave da buena cuenta de la envergadura de la problemática a la que se enfrenta la provincia. A pesar de que los sindicatos se descolgaron de la cita por el conflicto en el nuevo convenio de la cerámica, el acto contó con una nutrida representación de la provincia, que llenó el salón donde los máximos dirigentes empresariales y políticos escenificaron una acción unitaria que pretende ser la primera de varias.
Además de Navarro, el presidente de CEV Castellón, Luis Martí, fue el encargado de poner voz a las reivindicaciones de la provincia, recordando que es una de las dos únicas donde creció el paro en 2023 y con un tercio de los empleados de la cerámica afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) el año pasado. Y también a las de la cerámica, el sector tractor de la economía castellonense y que ha cerrado el año 2023 con una merma de facturación de 1.000 millones de euros, o lo que es lo mismo, un 16% menos en tan solo un año. A lo que se suma un hundimiento más acusado en la producción, próximo al 23%, que deja al sector en un panorama similar a hace una década.
"En dos años hemos perdido lo conseguido en diez", alertó el representante de la CEV en su alocución sobre el panorama azulejero, que además en 2022 sufrió un sobrecoste energético de unos 2.000 millones de euros por la subida del gas. Una "situación inédita", dijo Martí en ese sentido, y que es "coyuntural" pero que puede convertirse en estructural si no se "aplican medidas urgentes y eficaces". Así, criticó que hayan llegado ayudas por valor de menos de 100 millones y que no alcanzan apenas el 5% de lo necesario: "Lo de ahora es insuficiente y nos aleja mucho de nuestros competidores" italianos, añadió.
La CEV estuvo respaldada por el presidente de la patronal cerámica Ascer, Vicente Nomdedeu, la de maquinaria cerámica (Asebec), José Miquel, y de la de fritas y esmaltes (Anffecc), Fernando Fabra. Y, junto a ellos, dirigentes institucionales y políticos como el presidente de PortCastelló, Rubén Ibáñez, la de la Diputación, Marta Barrachina, o la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, además de la consellera de Industria e Innovación, Nuria Montes, el expresident de la Generalitat y diputado castellonense Alberto Fabra, la exalcaldesa de Castelló y senadora Amparo Marco o la alcaldesa de Onda y también senadora, Carmina Ballester.
El evento, además de exigir una mejora del sistema de financiación para la Comunitat Valenciana, la puesta en marcha de un plan industrial "verdaderamente dotado" similar al de Estados Unidos y la implementación de ayudas directas al tejido azulejero, sirvió para presentar en la capital un manifiesto por "el mantenimiento de la economía de Castellón" suscrito por más de 70 entidades entre asociaciones empresariales, compañías, universidades, instituciones, organizaciones sindicales y medios de comunicación.
El documento alerta del "muy alto" riesgo de desindustrialización de la provincia, a la cabeza en cuanto a peso industrial en España, "si no intervienen de forma decidida las administraciones públicas". "Es hora de manifestarlo de forma alta y clara", subraya, de que "todos los afectados nos unamos con un único objetivo común: salvar Castellón".
Antes del evento, los representantes de la patronal valenciana mantuvieron una reunión con Barrachina y Montes. Un encuentro en el que, según pudo saber este diario, se abordaron acciones a llevar a cabo de manera coordinada entre la CEV, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón y que se desgranarán conforme se vayan concretando. Lo cierto en ese sentido es que si alguna cosa se buscaba con este acto conjunto en la sede de la patronal estatal no solo era hacerse oír, sino que esto suponga un punto de inflexión. Por eso, las patronales castellonenses buscan a partir de ahora un 'martilleo' incesante.
"Con esto no es suficiente, hay que seguir todos los días porque no hay reacción a nuestras exigencias y por eso hay que intensificar nuestras acciones", explicó el presidente de la patronal Ascer, Vicente Nomdedeu, en conversación con Plaza Cerámica tras el acto: "Hay que hablar con los ministerios y que oigan nuestra situación para poder revertirla". Algo similar a lo que reivindicó su homólogo de la patronal de maquinaria cerámica Asebec, José Miquel, quien fue tajante y en la misma línea: "Está claro que ahora no podemos parar: está en juego toda la economía de Castellón". Así, aseguró que "no hay que estar quietos": "Tenemos que luchar para que la provincia no se vaya a pique". ¿Y a partir de ahora, qué? El trabajo, subrayó, se ha de hacer en los despachos del Gobierno para que atiendan la situación.
El representante de la patronal de fritas y esmaltes Anffecc, Fernando Fabra, subrayó que "manifestar todas nuestras reivindicaciones en un sitio como Madrid es necesario porque es necesario salir del ámbito local y que llegue a oídos del Gobierno central, que es quien tiene que dar el apoyo a nuestra provincia", que cuenta con el doble de peso industrial que la media española. "Nunca hemos sido un sector subvencionado, pero ahora es una situación excepcional por causas de fuerza mayor y lo que queremos es que vean de qué calibre es el problema al que nos enfrentamos", insistió Fabra.
También la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina, insistió en que "no deberíamos haber llegado a este punto, nos tendrían que haber escuchado antes". En relación al manifiesto presentado, opinó que se trata de "un hito importante" pero que "no se tiene que quedar ahí". E insistió en poner en marcha "diferentes acciones" de manera coordinada con los sectores productivos y la administración autonómica para que las reivindicaciones no caigan en saco roto.
Otro de los representantes que acudieron fue el presidente de PortCastelló, Rubén Ibáñez, quien manifestó que el puerto es "un sector fundamental en el crecimiento de la economía de Castellón" al ser"su plataforma logística natural", por lo que señaló que su postura no puede ser otra que "estar al lado de las personas que hacen posible el crecimiento de nuestra economía y de nuestra provincia y reclamar que Castellón siga contando para el resto de España".
También desde el Ayuntamiento de Castellón, su alcaldesa Begoña Carrasco dejó claro que el consistorio no va a quedarse "de brazos cruzados" y va "a reclamar que se pongan en marcha más ayudas y medidas que evite la incertidumbre y la amenaza del desempleo que afecta a cerca de 70.000 familias en Castellón y el resto de la provincia". "Castellón hoy está en Madrid para alzar la voz y para reclamar al Gobierno de España que puedan ponerse en marcha todas aquellas medidas y ayudas que permitan las inversiones necesarias en nuestra ciudad y nuestras empresas, especialmente las del sector cerámico".
Unas declaraciones a las que también se sumó la alcaldesa de Onda, Carmina Ballester, quien se comprometió a "continuar trabajando en colaboración con la CEV y otras entidades para garantizar que el Gobierno central atienda las necesidades económicas de Castellón y evite consecuencias negativas para la población y el tejido industrial local".