VALÈNCIA. 'No estamos tan mal'. Esa sería la principal conclusión que podría extraerse de la comparecencia este miércoles del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, respecto a los diferentes ofrecimientos realizados por Pedro Sánchez en su intervención del martes, en la que facilitó a las Comunidades Autónomas (CCAA) la posibilidad de que sean las encargadas de imponer el estado de alarma en la totalidad o parte de sus territorios.
Una opción que el jefe del Consell aplaudió en su primera rueda de prensa tras el parón estival pero que, a día de hoy, no ve necesario adoptar en la Comunitat Valenciana. "Es un ejercicio de democratización y profundización del Estado de las Autonomías que además refuerza la idea de cogobernanza", explicó Puig, quien siempre ha mantenido una posición notablemente federalista y partidaria del autogobierno.
Ahora bien, celebrar la decisión de Sánchez no implica lanzarse a su aplicación. A juicio del presidente de la Generalitat, la situación en la Comunitat Valenciana está "controlada" actualmente. "Peor de lo que nos gustaría pero mejor que la media española. No es satisfactoria pero ahora no se dan las circunstancias para este planteamiento", recalcó el también líder del PSPV ante las preguntas de los medios de comunicación.