CASTELLÓ. El abandono de cultivos no cesa en el campo castellonense por diversas amenazas que desde hace años constriñen esta actividad. Una falta de relevo generacional, el cambio climático, plagas y presión exterior. Son diversos desafíos los que afronta el sector, según las organizaciones agrarias y que explican la pérdida de superficie agraria. En Castellón, el cítrico perdió otras 600 hectáreas en 2024, un 1,8% menos.
Según el Ministerio de Agricultura, Castellón se quedó sin 427 hectáreas de clementina, su principal variedad citrícola que acapara un 75% de las plantaciones de cítricos. En un año disminuyó la extensión de clementina de 24.848 a 24.376, mientras las naranjas descendieron de 7.582 a 7.522. Esta caída de cultivos es constante desde hace tiempo y coincide con una reducción del aforo. La última campaña, que finalizó en mayo, cerró con resultados óptimos, pero los problemas endémicos de la citricultura continúan sin resolverse, unas dificultades que provocan una escasa rentabilidad y un freno en el relevo generacional. En este último caso, según el último censo agrario, en 2023 más de la mitad de agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana contaba con más de 65 años.
El secretario general de la Unió Llauradora, Carles Peris, menciona como amenazas el cambio climático, las plagas y la presión exterior. Así, defiende un impulso a las campañas de promoción duraderas para hacer frente a la competencia de terceros países, especialmente de Sudáfrica y Egipto, que están ganando cuota en la Unión Europea.
Peris indica que el cambio climático está haciendo que el cultivo agronómico sea más exigente y merme la producción, "por lo que necesitamos variedades adaptadas que resistan mejor la sequía". Esta circunstancia también tiene impacto en las plagas, ya que las temperaturas elevadas "hacen que tengan más ciclos y sea más complicado su control". Además, la llegada de plagas a la Comunitat se ha multiplicado en los últimos 20 años, desde la firma de los tratados de libre comercio entre la UE y terceros países productores como Sudáfrica, registrándose 17 nuevas desde entonces.
Asimismo, considera importante la reconversión de las plantaciones más viejas "para lograr rendimientos más altos.
Peris resalta como oportunidad que los aforos se han equilibrado en el último ejercicio, propiciando que los productores más profesionalizados consigan "ingreso dignos". "Pero necesitamos que la superficie incremente su rendimiento", reitera.
Por su parte, AVA-Asaja asegura que “el futuro de los agricultores y ganaderos castellonenses pasa necesariamente por unos acuerdos comerciales de la Unión Europea que acaben con la competencia desleal y restablezcan las mismas reglas de juego; para no desaparezca ninguna materia activa más si no hay una alternativa eficaz, tal como han prometido el comisario y el ministro; por recuperar también, aunque sea de manera excepcional, sustancias fitosanitarias que otros países europeos, como Francia o Italia, sí han aprobado; por evitar la entrada de nuevas plagas y enfermedades; por reducir la burocracia (otro compromiso pendiente de la Comisión) y adecuar el cuaderno digital a la realidad agraria; por implantar una auténtica ley europea de la cadena, así como un mecanismo de limitación de pérdidas que estabilice la rentabilidad; por facilitar mano de obra calificada; por acabar con el drama de los robos y la fauna salvaje, etc.”
AVA aboga, además, por potenciar la Ley de Estructuras Agrarias para lograr explotaciones más grandes, modernas y competitivas”. Cabe recordar que el 83% de las explotaciones de Castellón son minifundio, con menos de 10 hectáreas, y el 37% del total están arrendadas.
Nueva esperanza con la alianza en Intercitrus
El cítrico mira ahora con algo más de esperanza tras la alianza fraguada entre productores y operadores comerciales del sector en el seno de la Interprofesional de Intercitrus, que planifica la recuperación de campañas de promoción para fomentar el consumo tras 17 años sin hacerse, así como líneas de investigación para contener las plagas.
Así, ha presentado al Ministerio de Agricultura una extensión de la norma para que financie diferentes iniciativas, entre otras, la primera propuesta promocional desde 2008 y actuaciones dirigidas a la lucha contra las plagas e investigaciones en I+D.