CASTELLÓ. La flota de arrastre de la provincia de Castellón afronta el final de año en una situación límite. Según alertan las cofradías provinciales, a la mayoría de embarcaciones apenas les quedan dos semanas de jornadas autorizadas para poder faenar en el Mediterráneo, dentro del cupo fijado por la Unión Europea para 2025. La previsión es que muchas de ellas tengan que parar antes de Navidad si no se aprueba una ampliación inmediata de los días disponibles.
La media de actividad para este año se situaba inicialmente en torno a 130 días por barco, dentro del marco establecido para los 550 buques que integran la flota mediterránea. Sin embargo, en la práctica, los arrastreros de Castellón están pudiendo trabajar unos 120 días de media, equivalentes a seis meses de actividad, a los que se suman 52 días de ayuda, lo que apenas cubre ocho meses y medio del año, según afirma el secretario de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Castellón, Luis García. El resto queda en blanco, sin días autorizados para faenar.
Un mecanismo paralizado desde octubre
El secretario de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores explica que en octubre el Ministerio de Agricultura activó el mecanismo de optimización —una herramienta que permite repartir días adicionales cada 15 días— y autorizó unos 1.000 días extra para toda la flota mediterránea, según indica García, quien remarca que este incremento apenas se tradujo en dos días más por embarcación. Sin embargo, desde entonces, este sistema no se ha vuelto a activar, dejando a gran parte de los barcos sin margen para continuar en la mar.
En la provincia de Castellón operan alrededor de 50 embarcaciones de arrastre, muchas de las cuales ya han agotado prácticamente su cupo. Algunas han optado por parar temporalmente para reservar días de cara a la campaña navideña, mientras que otras se ven obligadas a seguir faenando sin saber si podrán completar el año.
En el caso de la Cofradía de Castelló, su patrón, Manuel Peña, detalla que de los 11 arrastreros del Grao, la mayoría dispone únicamente de dos semanas más de actividad autorizada. El sector teme que, de no aprobarse una ampliación de jornadas en diciembre, la llegada de la Navidad coincida con la parada obligatoria de la flota y se produzca un desabastecimiento de pescado fresco de proximidad en la provincia.
En ausencia de flota local activa, las lonjas y mercados se verían abocados a recurrir a pescado importado, fundamentalmente del norte de África, donde las condiciones de explotación pesquera difieren de las exigidas por la normativa europea. En Castellón, la actividad de arrastre suministra un 20% del consumo de pescado, con especies clave como pulpo, merluza, rape, salmonete, pez de San Pedro o sepia, muy ligadas al consumo local y especialmente demandadas en los meses de Navidad.
La falta de días autorizados no solo amenaza la campaña de final de año, sino que está contribuyendo al deterioro estructural del sector. En 2025, en la provincia se han vendido tres embarcaciones de arrastre, y la pérdida de tripulaciones es cada vez mayor. Según García, el sector encuentra crecientes dificultades para garantizar el relevo generacional debido a la dureza del trabajo y a la incertidumbre regulatoria.
Las gestiones de España en Bruselas
El escenario coincide con la recta final de la negociación europea de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) para 2026. Este lunes, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha reiterado que la principal prioridad de España es conseguir que la flota del Mediterráneo pueda faenar “cuantos más días sea posible” el próximo año, después del fuerte recorte acumulado —un 40% en los últimos cinco años—.
Planas ha defendido ante el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca que la flota ha hecho un esfuerzo “tremendamente importante” para adaptarse a las exigencias de sostenibilidad de la Comisión Europea. Más de 550 barcos han incorporado sistemas de selectividad, y casi 200 arrastreros cuentan ya con puertas voladoras, una de las tecnologías que busca reducir el impacto sobre el fondo marino. Los informes técnicos, ha añadido, apuntan a la recuperación de especies como la gamba roja, el salmonete o la merluza. En este sentido, el ministro ha indicado que están a la espera del informe del Comité Científico Asesor de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, complementario al del Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca (STECF, por sus siglas en inglés). “Con ambos documentos dispondremos de una base argumental sólida para reclamar a la Comisión y al Consejo la autorización de más días de faena”, ha afirmado.
Además, España está negociando la posibilidad de recuperar días de pesca no consumidos de 2024 mediante diversas fórmulas técnicas en discusión con la Comisión. “Me da igual que sea gato negro o gato blanco, lo importante es que cace ratones”, ha resumido Planas, insistiendo en que el objetivo es que la flota disponga de más días tanto a final de este año como en 2026.
El sector pesquero castellonense permanece ahora a la espera de que estas gestiones den frutos en las próximas semanas. Las cofradías reclaman soluciones urgentes para evitar que diciembre llegue con la flota amarrada y la provincia se quede sin pescado fresco local en plena campaña de Navidad.