CASTELLÓ. La Comisión Europea ha decidido reducir del 20% al 10% las inspecciones fitosanitarias adicionales aplicadas a los envíos de cítricos procedentes de Egipto, una medida que ha sido recibida con preocupación por el sector citrícola valenciano, que la interpreta como un nuevo retroceso en materia de seguridad fitosanitaria y de reciprocidad comercial.
La decisión comunitaria, que entrará en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, supone la segunda rebaja consecutiva en menos de un año. En noviembre de 2024, Bruselas ya redujo estos controles del 30% al 20%. Según el Gobierno egipcio, esta nueva disminución responde a los resultados positivos del sistema de control y seguimiento implantado por su Administración de Cuarentena Agrícola.
El ministro egipcio de Agricultura y Recuperación de Tierras, Alaa Farouk, ha destacado que la Comisión Europea ha reconocido “la mejora significativa en la calidad y seguridad de los envíos” tras la presentación del nuevo sistema de supervisión durante las reuniones mantenidas con el Comité Permanente de la UE. A juicio del Ejecutivo egipcio, esta decisión refuerza la competitividad internacional de sus cítricos, que constituyen el principal cultivo de exportación del país.
Desde la óptica del sector productor valenciano, sin embargo, el anuncio genera inquietud. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, advierte de que mantener niveles elevados de inspección ha sido precisamente lo que ha permitido reducir las detecciones de plagas y enfermedades en los cítricos egipcios. “Reducir en 2025 a solo tres interceptaciones, además con plagas sin demasiada trascendencia, demuestra que el sistema estaba funcionando de manera razonablemente positiva. Por eso esta decisión no es buena. Renunciar a una seguridad fitosanitaria máxima es un error y supone jugar con fuego”, señala.
En una línea similar se expresa la Unió Llauradora i Ramadera, que subraya el impacto comercial y sanitario de la medida. Su secretario general, Carles Peris, recuerda que Egipto se ha consolidado como uno de los principales proveedores de cítricos de la Unión Europea y que una rebaja de controles “facilita aún más la entrada de producto que compite directamente con los cítricos valencianos”. Aunque reconoce que las interceptaciones por plagas han sido limitadas en los últimos meses, alerta de un problema recurrente: “Egipto registra numerosas interceptaciones en frontera por materias activas no autorizadas en la UE o por superar los límites máximos de residuos permitidos”.
Las organizaciones agrarias recuerdan que, ante esta situación, habían reclamado a Bruselas un refuerzo de las inspecciones, incluso hasta el 50% de los envíos, una petición que finalmente ha sido ignorada. “La decisión es negativa para el productor, por la falta de reciprocidad, y también para el consumidor europeo, porque se facilitan las importaciones de un país que ha demostrado tener muchas incidencias en frontera”, insiste Peris.
Cabe recordar que Egipto es el segundo país extracomunitario en volumen de importación de naranjas a la UE, sólo por detrás de Sudáfrica. Entre enero y noviembre de 2025, el país africano envió 347.040 toneladas de naranjas a los mercados europeos, mientras que en el caso de los pequeños cítricos, Egipto importó a la UE 23.338 toneladas, situándose como el sexto proveedor extracomunitario.
El sector citrícola valenciano considera que esta rebaja de controles se suma a una serie de decisiones comunitarias que debilitan su competitividad frente a terceros países, en un contexto marcado por el aumento de costes de producción, la presión de los acuerdos comerciales y la exigencia de cumplir normativas fitosanitarias y medioambientales cada vez más estrictas dentro de la propia Unión Europea.
Mientras Egipto celebra el respaldo de Bruselas a su sistema de exportación agrícola, los productores valencianos reclaman que la política comercial europea garantice las mismas reglas del juego para todos y no comprometa ni la sanidad vegetal ni la seguridad alimentaria en el mercado comunitario.