VALÈNCIA. El Gobierno valenciano presidido por Ximo Puig añadió este jueves una nueva medida a su conjunto de acciones para paliar los efectos de la inflación en la Comunitat Valenciana. Después de conocerse esta misma semana que el Índice de Precios de Consumo (IPC) había alcanzado su nivel más alto en España desde abril de 1985, con un 10,2 %, el jefe de la Generalitat anunció en Les Corts, en réplica a la síndica del PP, María José Catalá, la suspensión durante seis meses del canon de saneamiento de aguas para aliviar así una parte de la factura a los hogares valencianos.
La decisión, consensuada con la Consellera de Agricultura que capitanea Mireia Mollá, permitirá "dejar en los bolsillos de la ciudadanía" un total de 139 millones de euros, a razón de 23 millones al mes, como expresó el propio Puig. De este modo, y según los cálculos de Valencia Plaza a partir de los datos que maneja la Entidad de Saneamiento de Aguas (Epsar), cada hogar valenciano dejará de desembolsar, en función de su consumo y del tamaño de la localidad a la que pertenece, entre 12 y 18 euros mensuales.