CASTELLÓ. La transformación que pretende impulsar el Ayuntamiento de Castelló con el nuevo megacontrato de transporte urbano, lo que se conoce como Tucs, lleva implícita la puesta en funcionamiento del plan de movilidad. En efecto, es un documento esencial, que marca la hoja de ruta de los próximos cinco años para calmar el tráfico en el centro y priorizar al peatón. En este contexto, la Mesa de Contratación ya cuenta con una propuesta de adjudicación para su aprobación por parte de la Junta de Gobierno. Se trata de la madrileña Movilidad y Transporte Asesores. Esto significa que, una vez se produzca el acuerdo, la activación de la nueva estrategia será inminente, es decir, en cuanto se materialice la firme del contrato.
A la licitación se habían presentado, además, la castellonense Planifica Ingenieros y Arquitectos Coop., la vasca Idom Consulting, Engineerind y Architecturet, las madrileñas Colin Buchanan Consultores y Tema Ingeniería y las barcelonesas Desarrollo, Organización y Movilidad y Multicriteri-Mcrit Aie. Todas plantean mejoras en sus ofertas. Desde sensores inteligentes con tecnología avanzada para monitorizar la ciudad hasta una App exclusiva.
Reducir la velocidad en las calles
Otras novedades del plan de movilidad están relacionadas con aspectos de seguridad vial. Por ejemplo, se propone la reducción de la velocidad en zonas urbanas, la reconfiguración de intersecciones peligrosas y programas de concienciación y educación para conductores, ciclistas y peatones.
En la línea de lo que establece el citado megacontrato de transporte urbano, se incide en la necesidad de ampliar la red de autobuses, aumentar la frecuencia de las rutas principales y asegurar la accesibilidad universal y protección climática en las paradas. Asimismo, se defiende la introducción de unidades eléctricas y menos contaminantes, así como se aboga por crear una red de carriles exclusivos para autocares.
Las concurrentes igualmente hacen especial énfasis en la activación de aparcamientos disuasorios, una medida que ya contempla el proyecto de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Estos parkings contrarrestan la pérdida de plazas en el casco antiguo por la implantación de la supermanzana peatonal y potencian el uso del Tucs y el Tram.

- El plan de movilidad incluye como objetivo reducir los vehículos por el centro. -
- Foto: ANTONIO PRADAS
Desarrollo del plan de movilidad y sus fases
El plan de movilidad obliga a la concesionaria a cumplir una serie de objetivos. Por un lado, arbitrar las herramientas para desarrollar las ofertas de los diferentes modos de transporte público. Por otro, proponer las acciones tendentes a mejorar cuestiones como la ordenación de la red viaria, la movilidad a pie y en bicicleta o la seguridad vial en las calles del casco antiguo.
Ante la importancia del estudio, se establecen hasta seis fases para su cumplimiento. La primera obedece a la preparación y análisis con una propuesta de calendario. La segunda fase corresponde al desarrollo de la estrategia de movilidad, basada en tres ejes: establecimiento de la visión y definición de objetivos, modelación de escenario y metas cuantificables. La tercera etapa se focaliza en la planificación de acciones, siempre agrupadas en planes integrados para determinar los cambios en la circulación, la revisión de los estacionamientos, el refuerzo del transporte público y la implantación de un plan director de la bicicleta.
Las últimas fases se centran en hacer una evaluación y seguimiento de las medidas adoptadas y valorar sus impactos ambientales. Del mismo modo, y como colofón, se exige a la adjudicataria elevar una memoria de conclusiones para concretar los cambios experimentados.