CASTELLÓ. La AP-7 a su paso por el área de servicio de la Plana, en el término municipal de Burriana, se ha convertido con diferencia en el tramo con mayor volumen de tráfico de toda la provincia. Además, el flujo de vehículos se ha duplicado desde que se liberalizó la autopista entre Alicante y Tarragona en 2019.
En 2024, este tramo registró una media diaria de 43.429 vehículos, lo que supone un incremento del 1,4 % respecto a 2023. Del total, 31.634 fueron turismos (un 0,9 % más) y 11.795 camiones (un aumento del 2,8 %). El crecimiento del tráfico es constante año tras año, especialmente en la época estival. Así, la AP-7 en Castellón ha pasado de acoger una media de 20.000 vehículos en 2018 a los citados 43.429 en 2024. Destaca el fuerte aumento del tráfico pesado, que casi se ha triplicado, de 4.446 a 11.795 camiones en seis años.
Otros tramos con alta circulación en la provincia también pertenecen a la AP-7. Así, en esta vía, a la altura de Alcalà de Xivert, el tráfico medio diario en 2024 se situó en 34.592 vehículos, con un aumento del 3,3 % respecto a 2023. De ellos, 22.258 fueron turismos y 12.024 camiones. Por su parte, la autopista a la altura de Torreblanca registró 34.464 vehículos diarios.
En cambio, otras carreteras que antaño soportaban un intenso tráfico, como la N-340 o la CV-10, han acusado el impacto del auge de la autopista. Así, la N-340 apenas registra una media de 7.428 vehículos diarios, de los que solo 545 son camiones. Cabe recordar que, incluso cuando la autopista era de peaje, ya se prohibió el paso de camiones por la N-340 entre Nules y Castelló debido a la alta siniestralidad de la vía.
Por su parte, la CV-10 -que conecta Nules con Vilanova d’Alcolea y depende de la Generalitat- ha reducido su aforo de 38.169 vehículos en 2019 a 23.371 en 2023.
Cambio de prioridades en las inversiones
Este cambio en el uso de las carreteras de la provincia ha modificado el plan de inversiones del Gobierno central. El Ministerio de Transportes está priorizando la ampliación a tres carriles de la AP-7 entre Almenara y Castelló, así como los contratos de conservación de esta vía, mientras aplaza la finalización de la CV-10 o autovía de la Plana desde el aeropuerto hasta la frontera con Tarragona.
Transportes ha anunciado que antes de que finalice el año se aprobará el proyecto constructivo de este tramo entre Castelló y Almenara. En abril de 2023 se adjudicó la redacción del proyecto, con un plazo de 18 meses y un coste de 797.704 euros.
La propuesta contempla la ampliación de dos a tres carriles en un tramo de 11 kilómetros y una inversión estimada de 40 millones de euros. Según un informe de Seopan, esta infraestructura generará un beneficio inducido de 169 millones de euros en 30 años, creará 554 empleos y reducirá en 2,7 millones de toneladas las emisiones de CO₂ en tres décadas.
Por otra parte, el Ministerio continúa con la licitación de la mejora de la N-340 en Oropesa, que mantiene un importante volumen de tráfico, especialmente durante los meses de verano.