CASTELLÓ. Tras la movilización del 11 de febrero y la concentración frente al Ministerio de Agricultura el pasado 5 de marzo, el colectivo veterinario ha vuelto este miércoles a alzar su voz con nuevas protestas en todo el territorio contra la que consideran una "restrictiva" regulación de los medicamentos. En Castellón, medio centenar de profesionales ha protestado ante la Subdelegación del Gobierno, mientras la mayoría de las clínicas (cerca de 100) han cerrado sus puertas durante dos horas.
La profesión veterinaria advierte que la normativa impuesta por el Ministerio de Agricultura, el Real Decreto 666/2023, afecta gravemente a su labor, poniendo en riesgo el bienestar y la salud animal. Critican que el ministro Luis Planas “falta flagrantemente a la verdad” al afirmar en el Senado que apoya a los veterinarios, cuando, según ellos, ni los escucha ni los recibe.
"Medidas desproporcionadas"
En esta línea, el Comité de Crisis Veterinario, autor de un manifiesto que recoge el sentir de la profesión, denuncia sentirse invisible para el Ministerio, que defiende una supuesta “transcripción de normativa europea”, mientras que, en realidad, consideran que la legislación española es injustificada, desproporcionada y contraria a las políticas de países del entorno.
Asimismo, rechazan las declaraciones del ministro sobre la “libertad absoluta” que tienen los veterinarios para prescribir medicamentos, exigiendo que este mensaje se materialice en la normativa y se refleje en la práctica cotidiana.
“Hoy nos unimos en defensa de la salud animal, la salud pública y la dignidad de nuestra profesión”, afirma el manifiesto del Comité de Crisis Veterinario. Esta declaración, respaldada por asociaciones, sindicatos y colegios veterinarios, subraya la preocupación de los veterinarios de todos los sectores y especialidades, junto con sus pacientes y responsables, por los efectos de la actual ley de medicamentos. “Jamás habíamos estado tan unidos ni tan visibles en la lucha por una causa tan justa y beneficiosa para todos”.