CASTELLÓ. La iniciativa del Grupo Socialista, debatida en el pleno del Congreso de los Diputados, pone el foco en “el efecto vertebrador de las acciones vecinales para la consolidación de los barrios y municipios”. Desde sus inicios, el movimiento vecinal se ha convertido en una “parte fundamental de la sociedad organizada en nuestro país” y, por ello, los socialistas han llevado al Pleno esta iniciativa para su reconocimiento, fortalecimiento y promoción.
En la presentación de esta iniciativa, la presidenta de la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo, presidenta de la Comisión de Igualdad y diputada por Castellón, Susana Ros, ha proclamado que “este es un acto de justicia democrática”. Ros ha pedido a la Cámara que se haga “un ejercicio de memoria” porque las asociaciones de vecinos “fueron auténticas escuelas de ciudadanía democrática”. “Desde el PSOE”, ha dicho la diputada, “conocemos bien su valor porque los vecinos y vecinas organizados fueron quienes trazaron el camino de las batallas en tiempos del tardofranquismo”.
Revindicaciones históricas
El asociacionismo vecinal ha jugado un papel clave en la llegada de la calidad de vida a las calles, barrios, ciudades y pueblos, y se ha destacado históricamente por sus reivindicaciones relacionadas con el agua corriente, el alcantarillado, la luz eléctrica, la vivienda y el transporte público o los equipamientos comunes. Por ello, el Grupo Socialista considera “prioritario” que se incluya la participación vecinal y ciudadana en la agenda, sobre todo, local. Este tipo de organizaciones cívicas, continúa destacando la PNL debatida en el Pleno, son “intermediarios esenciales entre las administraciones y la ciudadanía”, como una clave de bóveda que garantiza la participación de la sociedad civil en la gobernanza pública.
Por tanto, el Grupo Socialista ha reclamado a la Cámara la promoción y el fortalecimiento del movimiento vecinal y plantea la aprobación de medidas como analizar el establecimiento de una regulación específica que establezca los principios rectores de actuación de las organizaciones vecinales, garantizando sus derechos y obligaciones. Por otro lado, Ros también ha planteado la necesidad de “promover el asociacionismo y el desarrollo del movimiento vecinal, como canal participativo de la ciudadanía, en beneficio de la calidad de vida de los municipios y barrios de nuestro país”. Actualmente, en España existen 3.000 asociaciones vecinales, más de 100 federaciones y cerca de un millón de personas están asociadas a estas redes participativas.