VALÈNCIA. Cevisama 2023 llega a su fin tras cinco intensos días. La feria aguanta el pulso pese a las adversidades y ha conseguido reunir a 74.511 visitantes a lo largo de la semana. De ellos, 18.532 han sido de origen extranjero. El certamen pierde un 19,5% de público respecto a su última edición en 2020, una caída en línea con los grandes certámenes del sector, como Cersaie, que en 2022 redujo sus visitas en un 20%.
Aunque ha reducido visitantes, Cevisama 2023 ha ganado en cuota de internacionalización de su público. Y es que la representación de compradores extranjeros ha crecido del 22 al 25% del total. Las cifras de esta edición son "un buen dato", a juicio de la directora de Cevisama, Carmen Álvarez, ya que algunas restricciones de movilidad, la incertidumbre económica y la crisis de la demanda hacían prever una mayor caída de los visitantes. Además, Álvarez también ha puesto en valor que "en un momento como el actual es más importante que nunca llegar a los mercados internacionales".
En este sentido, desde el mismo lunes los expositores habían destacado la buena presencia de público internacional en los pasillos de Feria Valencia. Público procedente de muchos mercados como el británico, norteamericano, Oriente Medio o India. De hecho, varios expositores señalaron que el cliente británico había tenido muy buena respuesta. Cabe recordar que para esta edición la Conselleria de Economía destinó un millón de euros para atraer a compradores de Francia, Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, algo que en algunos estands apuntan que "se ha notado".