CASTELLÓ. Las interminables obras de rehabilitación del emblemático santuario de Sant Joan de Penyagolosa culminarán a finales de 2026. El alcalde de Vistabella, Jordi Alcón, explica que los trabajos de restauración del conjunto histórico están “casi acabados y solo falta dotar el equipamiento”.
Quedará pendiente de ejecutar la instalación subterránea del suministro de red eléctrica de media tensión, de la red de abastecimiento de agua potable y de la red de fibra óptica. La Conselleria de Medio Ambiente tramita la concesión demanial de dominio público para ocupar la vía pecuaria del Cordel del Camino de Vilafranca a Sant Joan y del Camino de Vistabella a Benassal, por donde pasará el cableado subterráneo. En paralelo, el Ayuntamiento acaba de recibir el proyecto redactado. “Es una obra relativamente sencilla, pero tramitarla lleva su tiempo, por lo que el santuario no estará listo hasta finales de 2026”, insiste Alcón. El alcalde recuerda que, una vez la empresa constructora finalice su trabajo, habrá que tramitar los preceptivos permisos para que puedan pernoctar turistas en el refugio de montaña del santuario.
Al margen del estado de las obras, un año más ‘els pelegrins’ de Les Useres podrán dormir en Sant Joan el último viernes de abril, como indica la tradición. De igual modo, este próximo fin de semana se celebrará la carrera popular Penyagolosa Trails por su itinerario habitual, remarca el alcalde.
Activado desde 2021
La rehabilitación del santuario viene de lejos. La Generalitat, la Diputación y el Obispado de Segorbe-Castellón activaron las obras a finales de 2021 pero las innumerables trabas surgidas después han ido postergando, año a año, el final de los trabajos, que deberían haber culminado en diciembre de 2022. Ese retraso también ha encarecido un 17,2% el coste de la rehabilitación, en manos de la constructora ARKO 10 Obras y Servicios de Levante, de los 3.875.910 euros iniciales a los actuales 4.542.718. El alza de los precios, la aparición de termitas y la necesidad de apuntalar varios puntos del santuario han ralentizado y encarecido el proyecto.
La Diputación y la Generalitat mantienen su compromiso de repartirse todo el coste económico al 50%. De momento, el convenio ya prorrogado varias veces fija el próximo 31 de diciembre como tope para culminar las obras, por lo que todo indica que deberá firmarse al menos otra prórroga más hasta finales de 2026.

Los trabajos de electrificación que ya se atisban se suman a los que se ejecutaron en los compases iniciales. El objetivo final es sanear todas las patologías que deterioraron el santuario ubicado en Vistabella para ponerlo así en valor y recuperar la zona de albergue que dé servicio de hospedaje a los visitantes.
Polo de atracción turístico
Sant Joan de Penyagolosa, considerado Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico desde 1979, es un potente polo de atracción de visitantes en las comarcas de l’Alt Maestrat y Els Ports. Numerosos municipios del interior provincial articulan sus estrategias de promoción turística con el santuario como eje y el rico patrimonio paleontológico de los alrededores como reclamo.
Es el caso de Forcall, cuyo Plan Estratégico de Turismo vigente desde 2022 toca actualizar este año, y también de Cinctorres, ambos pueblos situados a una hora y media en coche de Sant Joan de Penyagolosa pero con una oferta turística de naturaleza e historia complementaria.
Desde el año 2015, Cinctorres orienta su estrategia de promoción como destino vacacional a la Ruta de la Seda, al Territorio Borgia, a la Ruta del Grial y a los Caminos de Dinosaurios, todos ellos paquetes vinculados a los 17 recursos turísticos que tiene el pueblo. El pueblo también trabaja para introducir nuevas propuestas vinculadas con el evento deportivo Dinomanía Trail para apostar por ese tipo de turismo, fomentar las estancias vacacionales de personas con diversidad funcional y desarrollar una oferta de ocio vinculada a la naturaleza.
Más presencia en las nuevas plataformas tecnológicas, la organización de ferias de comercio tradicional para desestacionalizar el turismo, visitas guiadas y concursos de dibujo y pintura son otras herramientas que esboza el plan estratégico de Cinctorres. El pueblo posee una oferta de alojamiento de 110 camas repartidas en un hotel y varias casas rurales.