BURRIANA. La Policía Local de Burriana ha puesto en marcha una serie de vigilancias en el Barrio La Bosca con el objetivo de prevenir la sobrealimentación de palomas, una práctica que ha generado preocupación entre los vecinos de la zona. En las últimas semanas, se han recibido múltiples peticiones de residentes que han observado a personas sin identificar alimentando a estas aves, lo que ha llevado a un aumento en su población y podría derivar en una plaga.
"Aunque algunos argumentan que alimentar a las palomas en un entorno urbano es una forma de ayudarles, esta acción puede romper el equilibrio natural y ocasionar serios problemas de insalubridad", ha valorado el concejal de Seguridad, Antonio Ferrándiz. La acumulación de excrementos y plumas no solo causa molestias, sino que también puede dañar edificios, mobiliario urbano y vehículos estacionados. Además, "es importante recordar que tanto las palomas como sus excrementos pueden ser portadores de enfermedades", ha señalado Ferrándiz.
Dos denuncias por infracción de la ordenanza
En respuesta a esta situación, la Policía Local de la capital de la Plana Baixa ha intensificado sus esfuerzos de vigilancia, especialmente en las áreas donde se han reportado incidentes de alimentación de palomas con restos de pan, arroz y otros alimentos. Hasta la fecha, se han emitido dos denuncias por infracción a la ordenanza municipal de limpieza urbana, con sanciones que pueden alcanzar hasta los 600 euros. En un caso, los agentes observaron a un individuo arrojando restos de pan desde un piso, mientras que en otro, se detectó a una persona esparciendo arroz en una plaza.
Por su parte, Ferrándiz ha reiterado "la importancia de evitar estas conductas incívicas, que afectan directamente a los vecinos del barrio. Es fundamental recordar que las palomas en entornos urbanos cuentan con suficientes recursos alimentarios y no requieren de la sobrealimentación por parte de los ciudadanos". Por ello, la Policía Local de Burriana continuará con estas vigilancias para identificar y, en su caso, sancionar a quienes insistan en alimentar a las palomas, protegiendo así la calidad de vida de los residentes del Barrio La Bosca.