MONTÁN. Tomar el sol en la playa, pasear por senderos junto a la naturaleza, visitas culturales, viajar a conocer otros países, o simplemente descansar en una casa de campo. Cualquiera de estas opciones son plausibles a la hora de diseñar unas vacaciones, pero en el menú del programa de cada verano también aparecen desafíos como lo es el practicar deportes de aventura, una posibilidad que se está convirtiendo en una costumbre cada vez más extendida entre las personas que pasan las vacaciones en la provincia de Castellón, y que en el siglo XXI se ha consolidado como una de las opciones más demandadas.
Los recursos naturales de la zona del río Mijares y sus alrededores tienen mucho que ver en el incremento de las peticiones que reciben empresas como Nómada Aventura, ubicada en Montán, y que es una de las primeras que se implantó en la zona, allá por 2008. Su gerente es Fernando Rodrigo, y advierte que "lo mío es pasión". Natural de Valencia, después de formarse durante ocho años y trabajar en varías empresas del sector en zonas como Venta del Moro o los Pirineos, se decidió a crear una empresa de deportes de aventura, "ya que la zona tiene muchas posibilidades", argumenta. El atractivo del entorno para la realización de este tipo de actividades ha supuesto un impulso turístico de la comarca, sobre todo de Montanejos. "La gente que viene a practicar deportes de aventura consume en los negocios de los municipios de la comarca, duerme en hoteles y genera dinero para la economía", explica Fernando.
Barranco acuático, canoa, iniciación a la espeleología, trekking, rappel, kayak, puenting o rafting. Son algunas de las experiencias que ofrece la firma de Montán, siendo el rafting la más demandada en la época estival, alcanzando más del 70% de reservas. El gerente de Nómada Aventura asegura que "cualquiera de las actividades que ofrecemos están enfocadas para personas que conocen poco este tipo de prácticas e incluso que no sabe, y también para niños, ya que el grado de dificultad no es muy alto". Las familias y los grupos de amigos son el cliente tipo de la empresa que apuesta por turismo activo, y la temporada alta va desde el mes de abril hasta octubre.

Los clientes de Nómada Aventura se cuentan por miles en todo el verano: "Hay fines de semana que podemos atender a más de 100 personas", explica Fernando. El estrecho de Chillapájaros en Montanejos, el barranco del Centenar o chorrador en Zucaina, el barranco de la Maimona, el puente sobre la via de Ojos Negros en Benafer, la cueva de Cirat en Montán, el barranco seco de Peñas Rubias o la Chana en Viver, o la via ferrata en Villahermosa, todo en un radio de 30 kilómetros, son algunos de los puntos donde los monitores de la empresa acompañan a sus clientes a realizar las actividades.
La riqueza natural del área que rodea al río Mijares ha supuesto un plus para el sector turístico que ha visto como se multiplican las llegadas de turistas en los últimos años, al abrigo de las empresas multiaventura que se han creado y que se han convertido "en una zona de referencia en cuanto a la práctica de deportes de aventura y en la principal competencia de zonas cercanas en la Comunitat Valenciana como la del río Cabriel, en Valencia", mantiene Fernando Rodrigo. Castellón, Valencia, Alicante o Barcelona son las provincias de origen de la mayor parte de los clientes de la empresa de Montán, que en los últimos años también recibe visitantes de países como Francia, Holanda, Gran Bretaña o Alemania, entre otros, gracias a los paquetes que ofrecen las agencias de viaje.

Nómada aventura cuenta con tres trabajadores fijos durante la época estival, una plantilla que se incrementa según las necesidades de la empresa durante los fines de semana, y que ayuda a dinamizar el mercado laboral de los municipios de la comarca. Fernando explica que el nivel de actividad no es el mismo durante los meses de otoño e invierno, por lo que alterna el trabajo en su empresa con otros trabajos verticales que exigen destreza como la colocación de vallas publicitarias.