CASTELLÓ. El comercio de la provincia de Castellón afronta una 'vuelta al cole' con incertidumbre y con un horizonte poco esperanzador. Sin haberse recuperado todavía del varapalo de la pandemia, el estallido de la guerra en Ucrania y los altos precios de la energía que se han derivado de ello ponen en jaque de nuevo al pequeño comercio. Según las estimaciones de la Confederación de Comercio de Alicante, Valencia y Castellón (Confecomerç) se calcula que hasta un 20% de los negocios podrían bajar la persiana antes de que acabe el año.
"Nos enfrentamos a una situación de incerteza, el año no pinta bien", reconoce el presidente de Confecomerç Castelló, Juan Adsuara. Desde la asociación apuntan que este verano "ha sido especialmente flojo". Además, Adsuara apunta que normalmente con las campañas de Black Friday y Navidad el consumo se reactiva pero que vista la evolución de las ventas de este año tampoco esperan una buena campaña navideña que consiga reflotar el ejercicio.